Resumen:
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Esta niña madrileña, que entrega a Cristo la propia vida por la salvación de los pecadores, y de modo particular por aquellos que asesinaron a su padre en la persecución religiosa durante la Guerra Civil española, y que vive esa entrega a través de la experiencia de la dolorosa enfermedad que la lleva a la muerte, es sin duda un testimonio admirable, no de una niña prodigio, sino del poder de Dios.
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