Resumen:
|
Hay niños que se han ganado, por méritos propios, un puesto en la literatura infantil: Charlie Brown, Mafalda o el Pequeño Nicolás. A partir de ahora Cabeza de Chorlito correrá la misma suerte. Una criatura deliciosa, atrevida, inquieta, soñadora, divertida ... y hasta un poco poeta. Un niño que hace todo lo que nosotros hubiéramos querido hacer. Este
niño, que en el fondo, todos somos un poco.
|