Cooperación Internacional al Desarrollo
Cooperantes brindan atención integral a niños con discapacidad y sus familias en Bolivia
Noticia publicada el
viernes, 5 de septiembre de 2025
Un proyecto de cooperación internacional ha llevado este verano a un grupo de profesores, estudiantes y egresados de la Universidad Católica de Valencia (UCV) a Bolivia, donde han desarrollado una intervención transversal para atender las necesidades fisioterapéuticas, psicológicas y educativas de la población más vulnerable de la localidad de San Miguel de Velasco, en la región de la Chiquitania. El equipo desplazado al país sudamericano ha sido liderado, en el área de Magisterio, por la profesora Montse Roca; en Psicología, por la egresada, María Quintana, y en Fisioterapia por los docentes Paula Blanco y Luis Baraja.
La iniciativa, promovida por el Servicio de Cooperación Universitaria al Desarrollo del Vicerrectorado de Estudiantes y Vida Universitaria, y realizada en colaboración con la Universidad Católica Boliviana (UCB), ha centrado su intervención en la sede de la Fundación de Ayuda Social San Ignacio de Velasco (FASSIV), ubicada en la localidad boliviana. En ese espacio, Roca y Lucía López, estudiante del doble grado en Educación Infantil y Primaria, han enfocado su labor en atender a los niños con discapacidad y orientar a sus familias, además de reunirse con directores de los colegios de la región y con algunos maestros. Asimismo, han prestado asistencia en las casas de las familias con hijos con discapacidad que no podían trasladarlos.
Roca ha hecho hincapié en las dificultades y los retos de inclusión en las aulas de la localidad. “San Miguel de Velasco es una población de unos 11.000 habitantes, y más de la mitad son menores de edad. De ellos, muchos presentan alguna discapacidad”. En este sentido, ha precisado que, “aunque algunos están escolarizados, pocos reciben la atención necesaria por falta de formación docente, recursos limitados y escaso respaldo institucional”. “Los que no asisten a clase acuden cada tarde a FASSIV, donde reciben apoyo escolar, trabajan su autonomía y participan en actividades como huerto, cocina o artesanía”, ha relatado.
“Gran necesidad de apoyo psicológico”
En el área de psicología, las egresadas María Quintana y Ana Díaz se han centrado en el acompañamiento y en la realización de actividades orientadas a la educación emocional de niños con diversidad funcional, con especial énfasis en el reconocimiento y la gestión de las emociones a través del juego. A lo largo de su estancia han identificado “una gran necesidad de apoyo psicológico en las madres y familias de estos niños”, por lo que han dedicado la mayor parte de su tiempo a intervenir con ellas. “Trabajamos para afrontar el sentimiento de soledad, aceptar la condición de sus hijos, superar la dificultad para expresar emociones, desestigmatizar la discapacidad y fomentar la construcción de redes de apoyo entre ellas”, han explicado las psicólogas.
No obstante, a pesar del trabajo realizado, Quintana y Díaz han advertido sobre “la necesidad de que exista una atención psicológica continuada en el tiempo, para que pueda haber un cambio duradero en la realidad en estas familias”.
Talleres para incentivar el movimiento y tratamientos gratuitos
En lo que respecta a la asistencia fisioterapéutica -a cargo de los profesores Blanco y Baraja, con la participación de la estudiante Cecilia Canestri, alumna de cuarto de Fisioterapia- han logrado dar respuesta a la falta de profesionales en la localidad a través de talleres para incentivar el movimiento y de tratamientos gratuitos que han ofrecido en la Fundación FASSIV. Actualmente, tal y como han expuesto, no existe el servicio de fisioterapia en el pueblo y para tratarse deben ir a la ciudad de San Ignacio. Sin embargo, si necesitan realizarse pruebas tienen que trasladarse hasta Santa Cruz, que se encuentra a siete horas en autobús. Además de la dificultad de desplazamiento, los profesionales también han indicado que la población local no tiene recursos para poder pagarse una sesión de fisioterapia, que puede llegar a costar un tercio de su sueldo.
En este contexto, en el que se han encontrado de forma recurrente con patología músculo esquelética y neurología, han creado talleres de ejercicio, uno de suelo pélvico y otros de fuerza general, porque según han apuntado, “el problema principal es que aquí la gente se mueve mucho para trabajar en labores muy físicas, pero no realizan ningún tipo de entrenamiento”. Igualmente, han brindado tratamientos gratuitos, en los que la población local ha tenido la posibilidad de que “los aconsejemos y los tratemos”.