Magisterio y Cc. de la Educación
Investigadores anuncian una guía educativa para prevenir los discursos de odio en redes sociales
Noticia publicada el
viernes, 14 de noviembre de 2025
La Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado en la sede Edetania (Godella) la jornada 'El lado oscuro de la red: discursos de odio y vulnerabilidad social', organizada por el Instituto de Teoría de la Educación de la UCV, en colaboración con la Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda. En su intervención, el profesor Roberto Sanz, director del encuentro, y el también docente de la UCV Manuel Tarín han anunciado la próxima presentación del manual dirigido a educadores Buenas prácticas en las redes sociales. Guía para prevenir los discursos de odio.
Sanz ha expuesto que, además de tratar los aspectos teóricos más importantes, el libro mostrará “claves, orientaciones y estrategias” para “enseñar empatía en el entorno digital” y facilitará “herramientas” a los estudiantes para que aprendan a responder mensajes en las redes “sin odiar”. De igual modo, este nuevo manual ofrecerá “consejos para familias”, de modo que los padres desarrollen la capacidad “de acompañar a sus hijos en el mundo online sin invadirles”.
Por otro lado, el director de la jornada ha explicado que la mayoría de los “mensajes de odio” emitidos por adolescentes tienen que ver “con el racismo, la xenofobia, la homofobia o el sexismo”. Además, los ataques por razones “de ideología, aspecto físico o condición social” también crecen: “El problema radica en que, en muchos casos, los adolescentes no identifican esos mensajes como odio. Los perciben como «bromas» u «opiniones fuertes», lo que contribuye a su normalización. Y al no reconocer el daño que generan, terminan siendo espectadores pasivos o incluso reproductores involuntarios de esos discursos”.
Este fenómeno afecta “a toda la juventud”, pero tiene un impacto “especialmente grave” en los adolescentes en situación de vulnerabilidad, ha indicado Sanz. En ese sentido, “muchos de ellos ya han experimentado exclusión o rechazo en sus entornos familiares o sociales y, ahora, les toca sufrirlo en las redes sociales, generando una nueva estigmatización”.
Amenaza “invisible” contra la democracia y sus valores
De igual manera, el director de la jornada ha hecho especial hincapié en una de las consecuencias de los discursos de odio entre adolescentes a través de las redes sociales: la “polarización”. Para los jóvenes, éstas no son “sólo un pasatiempo o una herramienta tecnológica”, se han convertido en el lugar “donde se relacionan, expresan quiénes son, y buscan pertenecer”.
“Muchos adolescentes buscan aceptación, reconocimiento, comunidad en las redes sociales, buscan ‘likes’, y éstas se lo ofrecen, pero a un precio: la exposición constante al juicio, a la comparación, al enfrentamiento; la pérdida de intimidad y la exposición al insulto, a la risa. ¡Cuántos problemas de salud mental están causándose en el silencio del ordenador o del móvil!”, ha lamentado Sanz.
Los discursos de odio “no sólo hieren a quienes los reciben”, ha aseverado: “También dividen, erosionan la confianza y simplifican la realidad: nos obligan a ver el mundo en blanco y negro, en «nosotros» o «ellos», «buenos» y «malos». Y eso, en jóvenes que están construyendo su identidad, tiene un impacto profundo. De ahí nace la polarización, la pérdida del diálogo, la imposibilidad de escuchar al otro, la sustitución de la empatía por el enfrentamiento. En este escenario, la democracia y sus valores se tambalean, bajo una amenaza invisible”.
Los centros de menores deben ser “espacios de alfabetización digital y emocional”
Estos problemas tienen un impacto “aún mayor” en menores que se hallan en situación de “vulnerabilidad”, como sucede a los que residen en centros de protección a la infancia y la adolescencia, ha aducido Sanz. Por tanto, dichos centros deben ser también “espacios de alfabetización digital y emocional”.
“No basta con enseñar a usar las redes, hay que ayudarles a comprender lo que ocurre en ellas. Deben aprender a reconocer los discursos de odio, a identificar la manipulación, a contrastar la información y, sobre todo, a responder con empatía y pensamiento crítico. Para eso necesitamos una mirada educativa, no sólo punitiva, no basada en la censura, sino en el acompañamiento. Es decir, ejercer de educadores”, ha remarcado.
Según el director de la jornada, “detrás de muchos mensajes de odio compartidos por jóvenes hay soledad, falta de referentes o necesidad de ser vistos”. El reto profesional de “educadores, orientadores, trabajadores sociales y maestros” es ayudarles a expresarse “sin recurrir al desprecio o la violencia”.
‘Likes’ que duelen
Junto a Sanz y Tarín, han participado en el encuentro otros expertos del ámbito educativo y social, con el propósito de analizar el impacto de los discursos de odio en los entornos digitales y su influencia sobre los colectivos más vulnerables, especialmente la infancia y la adolescencia tutelada. La profesora de la Universidad de Murcia María Ángeles Hernández ha impartido la ponencia Likes que duelen: adolescentes frente al odio en la red, en la que ha abordado las consecuencias psicológicas, emocionales y sociales del “rechazo digital” en la adolescencia. Hernández ha insistido en la importancia de “fortalecer la educación emocional y la alfabetización digital para prevenir comportamientos de odio ‘online’”.
La mesa redonda ‘Vidas conectadas: adolescencia, redes sociales y discursos de odio en los centros de protección a la infancia y la adolescencia’ ha contado con la participación de Rosa Javaloyes (Hogar San José de la Montaña), Ignacio Pérez Domingo (Hogar Francisco de Asís) y David Pérez González (Residencia Niño Jesús). Cada uno de ellos ha compartido experiencias y reflexiones sobre el papel de las redes sociales en la vida cotidiana de los adolescentes tutelados, destacando los riesgos asociados al discurso de odio y la necesidad de un acompañamiento educativo constante.
Las jornadas han concluido con un espacio de debate y reflexión colectiva, en el que los asistentes han coincidido en la necesidad de promover una cultura digital basada en el respeto, la empatía y los derechos humanos, reforzando el compromiso de las instituciones valencianas con la protección de la infancia y la construcción de una ciudadanía digital responsable.