Misa de Navidad
Gran Canciller: “La Navidad no es el tiempo para que se cumplan nuestros deseos, sino para que se realice la esperanza de Dios, su designio”
Noticia publicada el
viernes, 19 de diciembre de 2025
El arzobispo Enrique Benavent, gran canciller de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha presidido la Eucaristía que han celebrado juntos profesores, alumnos y personal de administración y servicios, junto al Consejo de Gobierno, en la Iglesia del Salvador con motivo de las próximas festividades navideñas. En su homilía, Benavent ha recordado que la Natividad de Cristo no es “un tiempo para que se cumplan nuestros deseos, como tantas veces escuchamos estos días, sino para que se realice la esperanza de Dios, el proyecto de Dios sobre la humanidad”.
“Nuestros deseos no son lo más importante y debemos aprender a distinguirlos de la verdadera esperanza. Para un cristiano, la clave es la realización de aquellos deseos que nos orientan a Dios, que nos conducen a su voluntad, a su plan de salvación. En ese sentido, el Evangelio de hoy nos ofrece un ejemplo muy claro de esta distinción. Nos presenta una figura discreta, pero profundamente significativa, la de san José. Alguien que tenía ilusiones, un proyecto de vida legítimo, noble, propio de un hombre justo, pero en cuya vida Dios irrumpe de una manera totalmente inesperada y desconcertante”, ha explicado
María, la joven con la que estaba desposado resulta estar esperando un hijo, lo que supone para José entrar “en una profunda oscuridad, en una auténtica noche interior”, ha relatado Benavent: “José podría haberse cerrado, podría haber perdido la esperanza. Sin embargo, no lo hace. Se fía de Dios. Permanece atento a su Palabra, espera que sea el Señor quien le aclare la situación y le indique cómo actuar”.
“Cuántas veces, cuando nuestros deseos no se cumplen, nos cerramos a Dios, dejamos de escuchar su Palabra y endurecemos el corazón frente a su voluntad. José, en cambio, a pesar de ver truncados sus deseos, no deja de confiar. Y es precisamente ahí, cuando el deseo no cumplido no destruye la esperanza, sino que la purifica y la hace fructificar”, ha aseverado.
Dios supera “cualquier cálculo humano”
Los planes iniciales de José se ven superados “por un proyecto mucho más grande”, ha señalado el arzobispo valentino: “La pobreza del nacimiento de Jesús, la huida a Egipto, la vida sencilla en Nazaret… humanamente todo parecía difícil. Pero convivir con María y con el Hijo de Dios fue, sin duda, una alegría mucho más grande de lo que él jamás habría imaginado. Esto nos enseña que vivir centrados no en nuestros deseos, sino en la esperanza —que es la virtud de quienes confían en Dios—, nos permite atravesar las noches oscuras sabiendo que, al final, Dios colma nuestra esperanza de un modo que supera todo cálculo humano”.
Del mismo modo, el gran canciller ha exhortado a la comunidad universitaria a “no cerrar los ojos” en este tiempo de Navidad “ante tantas personas que parecen no tener motivos para la esperanza: niños inocentes víctimas de conflictos, de injusticias, de una cultura que a veces no valora la vida humana. Nuestro mundo mata demasiadas esperanzas. Pero la Navidad nos recuerda que, a pesar de todo, hay razones para la esperanza verdadera. No todo es oscuridad, también hay mucho bien, muchas personas que siembran esperanza silenciosamente”.
“La Navidad proclama que el Hijo de Dios ha entrado en nuestra historia, que la humanidad ha entrado en el corazón de Dios y que Él no abandona a la humanidad, sino que la conduce hacia la plena realización de su designio de salvación. Celebremos la Navidad con una alegría profunda en el corazón y con el compromiso de ser sembradores de esperanza en nuestro mundo”, ha añadido.
El rector conmina a la comunidad universitaria a recibir a Cristo con la actitud de María
El rector de la Universidad Católica de Valencia, José Manuel Pagán, también ha querido dirigirse a la comunidad universitaria en el encuentro posterior a la Misa, animando a “recibir al Señor en nuestro corazón”, imitando a la Virgen María: “No es lo mismo venir que llegar. Que el Señor venga es una muy buena noticia, pero la clave es que llegue y lo haga a cada uno de nosotros. Por eso, espero que la Virgen nos ilumine y que salga de nosotros su disposición a acoger a Cristo”.