Todas las noticias | UCV

Cátedra Charles Péguy

“Detrás de los libros de autoayuda se esconde la visión individualista y narcisista de que uno se crea a sí mismo”

Noticia publicada el

“Detrás de los libros de autoayuda se esconde la visión individualista y narcisista de que uno se crea a sí mismo”

La Cátedra de Estudios Culturales Charles Péguy de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado en la sede Trinitarios una mesa redonda en la que varios expertos han reflexionado sobre las aportaciones que la fe cristiana puede hacer a la cultura contemporánea. En su intervención en el acto, el filósofo y escritor Jorge Freire, ha criticado de forma contundente uno de los elementos “característicos” de los tiempos actuales, los libros de autoayuda: “En estas obras se esconde un pensamiento individualista y narcisista. La visión de que uno se crea a sí mismo, que somos nuestros propios artistas. Ése es el sujeto contemporáneo”.

“Muchos de nuestros sinsabores y de nuestros dolores del alma vienen precisamente de ese dislate, que nos hace creer que somos los únicos artífices de nuestra aventura particular. Que yo me lo guiso y yo me lo como, que soy el ‘self-made man’, lo que Nietzsche llamaba «la moral del artista». Es la idea absolutamente descabellada de negar la deuda que tenemos con los demás; es decir, de negar nuestra propia naturaleza, porque el ser humano es un animal comunitario, relacional”, ha asegurado.

En opinión de Freire, “la obstinación con nuestra identidad conduce al error de creer que esa cosa pequeña que nos diferencia de los demás es lo que nos hace ser nosotros. Freud llamaba a esta concepción «el narcisismo de la pequeña diferencia». No es así, es una concepción equivocada; lo que nos constituye no es precisamente esa faceta mínima que nos hace distintos de los demás”.

“Eso se encuentra en relación con aquello que podría llevar a cabo la fe cristiana hoy: humanizar la cultura, que es cultivo, cultivar. Sin embargo, vemos que muchas veces la cultura del presente es opuesta a la naturaleza humana, pues no crea personas, sino individuos. Aunque esos términos se confundan, son opuestos. Yo me niego a ser un individuo, quiero ser una persona. Lo primero es la caricatura de lo segundo, es su reducción a ente numerario, a ente atómico indistinguible, absolutamente cambiable por los demás”, ha aducido.

De igual modo, Freire se ha referido a la “equivocación” que constituye “tirar de argumentos economicistas para hablar de lo que puede aportar la fe a la sociedad”, como “justificar que no hay que derribar la catedral de Santiago de Compostela y poner en su lugar un Primark porque mantenerla en pie proporciona un beneficio económico a la ciudad”. Le convence “más”, pero tampoco le sirve, el “ethos” como argumento: “Me refiero a la noción de que en eso que hemos venido a llamar la iberosfera, que iría desde la Patagonia hasta el cabo de Creus, hay una serie de costumbres virtuosas compartidas que podrían formar parte del poso de aquello que sería la catolicidad”.

“La fe responde al interrogante de «¿quién soy yo?» abriéndote a algo mucho más grande que tú”

Otro de los participantes en la mesa redonda –en la que también ha intervenido el director de la Cátedra, Guillermo Gómez-Ferrer- ha sido el sacerdote y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid) Carlos Giménez. “Que la fe te abre a algo más grande que tú es uno de los grandes aportes que el cristianismo puede hacer a la cultura actual”, ha aseverado en una de sus intervenciones: “Hay que dar una respuesta al interrogante identitario, pues la pregunta «¿quién soy?» se ha convertido en la principal de la cultura de hoy. Hace cuarenta años, la incógnita existencial a despejar era «¿cuál es el sentido de mi vida?». Esto ha mutado, los sociólogos hablan de una transformación de la intimidad. Ahora, el interrogante sobre la identidad propia se encuentra inserto en todos los aspectos de la contemporaneidad”.

“El ser humano de hoy es el Simba de Disney, de El rey León. Afirma que va a descubrir quién es por sí mismo, sin que nadie le diga nada y sin vincularse a ninguna pertenencia ni a ninguna tradición. Pero la realidad es que nuestra identidad es mucho más grande que aquello que te hace diferente. Es importante reconocer que cada uno tiene cosas distintas que aportar, pero la propia identidad no es una perla secreta dentro de mí que tengo que descubrir”, ha aducido.

En ese sentido, Giménez ha recordado que los teólogos cristianos apuntan que “la identidad de uno se define como una entidad trascendental; es decir, que se descubre en un algo más. Por eso, la fe te hace auténtico, pues te vincula a algo mucho más grande, al absoluto. Tu identidad está en Dios, en lo que Él siempre ha soñado o ha pensado para ti, una grandeza mucho mayor que la etiqueta o la categoría con la que tú te defines cada día”.

“La trampa es que creemos poder descubrir aquí y ahora quiénes somos realmente con la única brújula de nuestros deseos, sabiendo qué nos motiva, qué nos apasiona. Y si conviertes tu pasión en tu trabajo vas a ser el tipo más feliz del mundo, dicen. Al revés, esa perspectiva genera muchísima frustración y un trabajo inagotable, porque nunca terminas de definirte bien, de saber quién eres. Al final, ese tesoro secreto que crees tener dentro no existe. La realidad es que tu identidad se construye de manera relacional y fundada en algo mucho más grande que tú. Esta idea, creo, es algo que puede aportar la fe al hombre de hoy. En ese sentido, la fe es purificadora, y te libera de esa tensión definitoria”, ha remarcado.

“La fe puede transmitir a la cultura actual la pasión por el bien, la belleza y la verdad que hay en el mundo”

Por su parte, el sacerdote y filósofo granadino Juan de Dios Prieto ha hecho hincapié en que, para aportar algo a la cultura, “la fe tiene que partir del hombre de hoy; de lo contrario, es imposible que pueda decir nada. Desgraciadamente, se ha intentado separar la fe de lo que vive el ser humano para elevarlo, por así decirlo, a un espiritualismo ideal, pero que poco tiene que ver con la vida y con la carne concreta del cristiano y del hombre del presente. En esta cultura nihilista, una de las aportaciones más grandes que puede hacer la fe es transmitir la pasión por el bien, por la belleza y por la verdad que hay en el mundo”.

“Las cosas buenas, bellas y verdaderas tocan realmente el corazón de la persona, hablan a su ser sin eliminar su identidad; al revés, la hacen resplandecer. Esos tres elementos son los únicos que pueden construir una cultura de la verdad y de la belleza. Un ejemplo es El señor los anillos, de Tolkien, donde se hallan presentes los tres. Se trata de una obra que ha llegado al corazón, tanto de hombres como de mujeres, durante muchos años. ¡El libro entró en la Unión Soviética, mientras que los libros de CS Lewis, por ejemplo, que eran explícitamente cristianos, estaban vetados!”, ha recordado.

Según ha indicado Prieto, en El señor de los anillos el literato inglés “no habla de la fe de manera evidente, y ésa es su genialidad: utilizar la mitología. Tolkien trata de desvelar el ser más profundo del hombre, que está hecho para el bien, y muestra que éste vence con toda su potencia en su tercera parte, El retorno del rey. El ser humano está hecho para el bien, la verdad y la belleza, y eso ya es profundamente cristiano, porque todo lo que es verdaderamente humano es verdaderamente cristiano. ¡Jesús es el auténtico hombre!”.

“Además, Tolkien quedaba todas las semanas con sus amigos del grupo de escritores de Oxford, los Inklings, entre los que se encontraba CS Lewis, a beber cerveza y hablar de lo que estaban escribiendo. Eso es pasión por la vida, por el bien, por la belleza y por la verdad. Y ése es un cambio que puede generarse en la cultura. A eso estamos llamados los cristianos: a vivir con pasión y con intensidad la misión que Dios nos ha dado a cada uno en nuestra vida”, ha señalado.

Puede verse la mesa redonda en el siguiente enlace

Noticia anterior_ Asunción Quinzá: “Los educadores sociales son los agentes que hacen posible que nadie se quede atrás”

Calendario

«octubre de 2025»
lu.ma.mi.ju.vi.sá.do.
293012345
6789101112
13141516171819
20212223242526
272829303112
3456789

Opinión y divulgación