Presentan 'El sentido del humor y la familia'
“El sentido del humor surge en quien empieza a vivir que el yo, su yo, no es el centro único de su vida”
Noticia publicada el
miércoles, 4 de junio de 2025
En la presentación del libro El sentido del humor y la familia (Eunsa, 2025), el decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Eduardo Ortiz, ha asegurado que “el sentido del humor surge en quienes empiezan a vivir que el yo, su yo, no es el centro único de su vida”. Las autoras de la obra son la psicóloga Amparo Mares, y su hija, la profesora de la Facultad Míriam Martínez Mares, que señala la intención de ambas al escribir este libro: “Desvelar el valor del humor como una herramienta que posibilita la experiencia de encontrar la belleza en medio de la realidad humana, tantas veces problemática, llena de desencuentros o desilusiones”
Durante su intervención en el acto, Ortiz, uno de los presentadores de la obra, ha querido librarla de “cualquier sospecha de ligereza o liviandad”, dada su temática: “Es una obra muy profunda. No hay que confundir con la diversión o con una idea superficial el sentido del humor del que hablan las autoras, «una disposición estable gracias a la cual las personas nos enfrentamos a algunos de los errores que son comunes entre nosotros»”.
“Para alcanzar esa cualidad hace falta una educación que se adquiere primero en la familia, donde uno vive una serie de experiencias e incorpora para sí una serie de actitudes que forman parte de ella. El sentido del humor no se aprende de una manera aislada, sin vivir cierta lucidez, ternura, serenidad y benevolencia. Las autoras subrayan que la experiencia de esas aptitudes, junto a la del perdón -una y otra vez renovado-, en los choques que se dan entre miembros de la familia, bloquea el conjunto de actitudes contrarias al sentido del humor: vanidad, avaricia, soberbia, huida de los problemas...”, ha aseverado.
Según el decano, “detrás de la ausencia de ese sentido del humor, se encuentra en muchas ocasiones la hinchazón del yo, como identifican con mucha perspicacia las autoras. Sin embargo, la vivencia de las cualidades mencionadas y del perdón en una atmósfera familiar presidida por la humildad y por el amor bien entendido hacen que nazca el humor que se muestra en la obra”, ha aducido Ortiz.
“El amor bien vivido conlleva ir más allá de nosotros mismos, de nuestras emociones, sentimientos y de los arranques que experimentamos en determinados momentos. Esa autotrascendencia incluye también autoposesión y autodominio, palabras técnicas que aparecen en el libro y en las que se ve la huella de la obra de Karol Wojtyla, de la mejor antropología filosófica contemporánea, cuya obra fundacional es El puesto del hombre en el cosmos, del filósofo alemán Max Scheler, sobre el que Wojtyla hizo su tesis doctoral”, ha expuesto Ortiz.
Autodominio, autoposesión, perdón, promesa... y fe
En este nuevo libro también está presente La condición humana, de Hannah Arendt, en opinión del decano: “Junto al sentido del humor, esta filósofa identifica otras dos actitudes propias de aquellas personas y familias en las que se da una cierta autotrascendencia, autodominio y autoposesión: el perdón y la promesa”.
Además, el libro posee un “presupuesto evidente”, según ha señalado Ortiz, “el de la fe cristiana vivida, como camino del humor, que ellas identifican e ilustran haciendo referencia a algunos santos como Tomás Moro o Felipe Neri y a algunos episodios de la Biblia. Desde la alegría de Abraham y Sara, de Moisés y Míriam, de Isaías, de Oseas, la confianza del salmista o la gratitud de Habacuc hasta la alegría de la misma Virgen María o las palabras de Jesús comparando la vida cristiana a un banquete”.
“La fe, junto al amor, bien entendido y vivido, renovado una y otra vez en el costado traspasado de Cristo, la fuente de agua que salta hasta la vida eterna. Creo que este es el suelo que alimenta la biografía de las dos autoras y que está sosteniendo el sentido del humor que tienen y sobre el que han reflexionado”, ha remarcado el decano.
José Alfredo Peris: “Cuantas más madres de familia numerosa escriban y publiquen, más argumentos de esperanza y menos intoxicaciones de amargura poblarán nuestra cultura”
El profesor José Alfredo Peris ha esgrimido en su intervención cinco argumentos que hacen recomendable la lectura del libro. En primer lugar, se trata de una obra “sutil”, según la segunda acepción del término en el diccionario de la RAE: «Agudo, perspicaz e ingenioso». Es decir, “no se queda en la superficie, invita a mirar mejor y a la sonrisa”. Las mujeres “son más inteligentes y su voz suena con el tono sutil del que apuesta por la vida en su integridad”. La segunda razón es que es un texto “valiente para abrir la propia vida y ofrecerla como buena noticia”. Para ello, “hace falta tener el coraje del que no se desdice para recordar y proclamar tanto bueno como ha recibido, sin temer las ironías paralizantes”.
El tercer argumento es que se trata de un libro “familiar”. No sólo es una obra en la que se narran multitud de situaciones vividas por las autoras, sino que, está escrita “por una madre y su hija”. Para este profesor de la UCV, “cuantas más madres de familia numerosa escriban y publiquen, más argumentos de esperanza y menos intoxicaciones de amargura poblarán nuestra cultura”.
El cuarto elemento defendido por Peris es que El sentido del humor y la familia posee un carácter “abierto”. La bibliografía citada es “capaz de integrar distintas disciplinas, desde la biología hasta la música espiritual. Allí donde las autoras ven reflejos de la verdad lo recogen sin filtros ni sesgos. En consecuencia, en quinto lugar, “nos hallamos ante un libro acogedor en el que el lector siente que no sólo ha sido invitado a visitar lugares nuevos sino a sentirse en ellos como en su casa, a valorar su propio hogar al cobijo de la sabiduría de una sonrisa.
Aceptar y acoger "los propios límites"
La obra, según la profesora Martínez Mares, escrita con una mirada “realista”, entra en la cotidianidad de las relaciones y sus dificultades, de los conflictos, especialmente intrafamiliares, para “comprender lo profundo de la condición humana y abrirle la puerta a su expresión más libre: la aceptación y acogida del propio límite”. La docente insiste en que “no es un libro de autoayuda ni de autosuperación sino, más bien, un canto de esperanza ante esa realidad que somos y que vivimos”. Para ello, se vale de un lenguaje académico, pero lo enriquece con el análisis de la obra El Principito, con un recorrido original por las Sagradas Escrituras y con la ilustración anecdótica de su propia experiencia vital.
Las autoras ofrecen así al lector la clave del sentido del humor como “un camino que abre nuestra vida a su mayor trascendencia: el encuentro y la acogida interpersonal siendo, esos conflictos, la excusa para aprender a amarnos”, como una disposición que “no sólo es posible cultivar y aprender, sino pertinente para desplegar la belleza de nuestra condición humana: la fortaleza en su fragilidad”.