Mª Consolación Isart, decana de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha subrayado que "nada nos gusta más a los educadores que tener delante a aquellos a los que nos dirigimos. Educamos con nuestra palabra, pero por supuesto también con nuestra presencia, con toda nuestra persona”. Igualmente, ha reconocido que “quizá no haya un trabajo más creativo que el nuestro. A pocas ganas que tenga un maestro siempre se está ‘reinventando’”.

Isart ha inaugurado las VI Jornadas del Plan de Innovación (PIMM) de la UCV, celebradas de forma online dadas las circunstancias de emergencia sanitaria. La Decana se ha dirigido a los estudiantes este título para incidir en que “el coronavirus no nos ha parado; al contrario, ha sido una oportunidad para descubrir nuevas facetas de nuestra vida y nuevas posibilidades de cara al futuro. Es verdad que solo en las dificultades nos conocemos. ¿Por qué quejarnos de lo que nos parece que es una desgracia, cuando la mayoría de las veces, al mirarlo con cierta perspectiva, acabamos dando muchas gracias por ello?”.

“Una dificultad es una oportunidad para crecer en responsabilidad. Por esto, el lema de esta Jornada es de asombrosa actualidad: Nuevas emergencias educativas. Retos y creatividad. Desde la Facultad procuramos abordar siempre temas del hoy educativo con las personas más autorizadas para ello, pues se encuentran de lleno en estos retos”, ha añadido.

EL RETO EDUCATIVO EN ESTE TIEMPO NO ES QUE LOS PROFESORES MANDEN TAREAS O EVALÚEN, SINO QUE SE INTERESEN POR LA SITUACIÓN PERSONAL DE CADA ALUMNO

La primera intervención ha sido la de Vicenta Rodríguez, secretaria autonómica de Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana, quien ha apelado a los estudiantes de la UCV a ser “influencers educativos. No basta con tener el Grado en Magisterio, sino adultos que inspiren a otros y tengan capacidad para movilizar a los demás, para influir a los otros desde el compromiso de educar”.

“El maestro debe ayudar con sus preguntas para que los alumnos se cuestionen y sepan distinguir lo que es indispensable y bueno para nuestro espíritu crítico, así como procurar invitar a la creatividad”, ha reconocido.

Asimismo, Rodríguez ha apuntado que los docentes “están llamados a ser héroes que transformen el mundo, y esto empieza por uno mismo. En estos días en los que hemos asistido a la teledocencia, se ha comprobado que su figura es insustituible, que la relación humana con los alumnos que genera ilusión, que les llena de ganas de aprender, de volver a clase, no se puede cambiar”.

A continuación, Miguel Ángel Coello, gerente de la Fundación San Vicente Mártir-Colegios Diocesanos de Valencia, se ha centrado en los retos para el maestro, más allá de lo metodológico o curricular: “El maestro tiene que programar, evaluar, formar… pero se encuentra con cuestiones y problemáticas que le vienen de fuera, de la sociedad (malos tratos, rupturas familiares, enfermedades, situaciones de acoso…) a los que no debe ser ajeno”.

Así, “es fundamental que el profesor desempeñe una acción tutorial con aspectos muy concretos para educar en valores, en virtudes, para acompañar al alumno… que no se base en propósitos sino en ‘cómos’”, ha resaltado.

En este sentido, a propósito de la situación de pandemia, este experto ha reconocido que “los colegios se han puesto las pilas en las plataformas, en herramientas online, pero lo relevante es que no se pierda el contacto personal con el alumno. En este tiempo es más importante cómo se sienten los niños y jóvenes que lo que aprendan. Los profesores han de saber si los estudiantes tienen padres que se han quedado sin trabajo, o que tienen un exceso del mismo, si hay sufrimientos en casa… De modo que, cuando les pregunten qué recuerdan del confinamiento, puedan responder que se sintieron acompañados, que sus profesores estaban preocupados por ello. Lo fundamental no es que les manden tareas, sino que se interesen por ellos”.

INSPECTORES DE EDUCACIÓN

La jornada docente ha contado asimismo con los inspectores de Educación de la Generalitat Valenciana Jesús García y Vicente Marchante.

Marchante ha afirmado que en la crisis del covid-19, si bien derecho a la Educación y la Educación como servicio público se han visto afectados, al mismo tiempo se han revalorizado. Lo primero “porque hemos tenido que desarrollar la actividad educativa en el hogar, lo que ha conllevado muchos problemas a nivel no sólo metodológico o de herramientas sino de evaluación.  Esta adaptación no se ha llegado a alcanzar del todo ni de igual forma en los centros”.

Sin embargo, “en este tiempo se ha demostrado la buena voluntad del profesorado, que está aportando lo mejor de sí mismo (dedicación horaria, ofrecimiento de sus propios medios …) y también la de las familias a la hora de colaborar con el servicio público de educación”.

Por su parte, Jesús García ha incidido en los repertorios profesionales tienen que poner en marcha un docente “para sobrevivir en estos tiempos complejos”. En este sentido, ha apuntado como clave actuar con inteligencia emocional, por ejemplo, para “aceptar a los alumnos y familias como son (no podemos estar permanentemente en la queja), asumir la docencia como parte de su proyecto global de la vida (el que no quiere ser docente, que no lo sea). Es decir, “no estar permanentemente en el discurso de la crisis, señalando que las familias no colaboran, o que la administración no apoya… Esto no va a ningún sitio”, ha subrayado.

Igualmente, ha ofrecido algunas estrategias de protección hacia el estés que general la docencia, más aún estos días; no obstante, “somos los terceros en el ranking de bajas laborales detrás de los sanitarios de emergencias y los funcionarios de prisiones”. Por otro lado, este experto ha apuntado la necesidad de prestar una atención especial a los objetores escolares, esto es, “chicos que han tirado la toalla en el sistema escolar, a los que hay que intentar rescatar”.

Finalmente, Vicente Gomar, coordinador del Plan de Innovación (PIMM), ha presentado las conclusiones del encuentro.