Diálogos UCV: Justo Aznar e Ignacio Gómez

Día Mundial Cuidados Paliativos

Diálogos UCV: Justo Aznar e Ignacio Gómez

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Diálogos UCV: Justo Aznar e Ignacio Gómez

El próximo mes de noviembre la sectorial de Salud de la Federación Internacional de Universidades Católicas, celebra un congreso en el que se ocupará de la puesta en valor de los cuidados paliativos. Con motivo de este encuentro y del reciente Día Mundial de estas técnicas, el profesor de la UCV Ignacio Gómez, presidente de la sectorial y experto en la materia, entabla un diálogo con Justo Aznar, director del Observatorio de Bioética, del que también es miembro Gómez.

Justo Aznar.¿Cómo definirías los cuidados paliativos (CP)?

Ignacio Gómez.Llega un momento en ciertas enfermedades donde ya no es posible la curación. Cuando esto sucede estos cuidados intentan precisamente paliar las molestias del enfermo para ayudarle a vivir con su dignidad de persona hasta los últimos instantes de su vida.

La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) promueve una proposición de ley sobre cuidados paliativos que está en el Congreso para su votación desde 2011, y que aún no se ha llevado a trámite.

J.A.Desde un punto de vista bioético, me parece que hoy se está utilizando una política bioética utilitarista. Esta persona me cuesta dinero, lo elimino; esta otra me molesta en la familia, la aparto. En cambio, los CP permiten que la persona pueda vivir esos momentos de sufrimiento en función de su dignidad.

I.G.La SECPAL lo único que dice es que se pongan primero unos buenos cuidados paliativos, que no tenemos; y después, si se quiere, se pueden plantear debates como el de la eutanasia.

Una tercera parte de los pacientes que necesitan estos cuidados se está muriendo sin ellos y más de un 50% de los que precisan de unos cuidados concretos no los reciben.

Un 25 o 30% de pacientes con enfermedades que les producen dolores muy intensos al final de su vida está muriendo con ese dolor. No tenemos vergüenza: una ampolla de morfina cuesta 90 céntimos, menos que un café. Pero no es tanto una cuestión económica, sino que hemos de realizar un planteamiento serio del asunto sabiendo que hay personas a las que no sabemos curar pero tienen el mismo derecho y la misma dignidad que los demás.

POLÍTICAS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN

J.A.Lo que tu propones es una visión bioética personalista; es decir, poner el bien de la persona en el centro de la actuación bioética.

I.G.Se da la paradoja de que hoy se habla mucho de políticas de inclusión. Sin embargo, respecto de los enfermos terminales lo que se propone, en realidad, es una clarísima política de exclusión.

Queremos excluir a todos los que no producen y que, además, generan un gran gasto en un momento delicado de las arcas estatales. El utilitarismo como política no sirve, como se ha visto a lo largo de la historia. Creo que, en cambio, la bioética personalista solucionaría muchos problemas sociales de hoy.

J.A.Con cuidados paliativos no hablamos solo de quitar el dolor físico, ¿verdad? El bien del paciente no se circunscribe solo a la ausencia de dolor sino también a la ayuda familiar.

I.G.Se subraya el dolor porque es el síntoma al que la gente le tiene más miedo. Es un capítulo muy importante: morir con gran dolor siempre se puede evitar. Tanto la Iglesia como la ciencia médica apuestan por quitar ese dolor intenso a cualquier coste, aunque sea sedando al paciente.

J.A.¿Cuál es la línea roja de las técnicas que pueden emplearse en los CP? Habría que tener mucho cuidado para no pasar de una sedación paliativa a una eutanasia, por ejemplo.

I.G.Todo médico debe saber la diferencia entre una dosis ineficaz, una terapéutica, una tóxica y una letal. La sedación paliativa entra dentro del concepto de sedación terminal, muy manipulado, cuando se refiere simplemente a la sedación del paciente en estado terminal.

Puede ser una prescripción paliativa que solo busca quitar el dolor, aunque a veces, al movernos ya en dosis tóxicas, le produzca al paciente una sedación. Esto no tiene ningún problema moral, ético o religioso. Lo hacemos porque si rebajamos la dosis aparece ese dolor a rabiar que queremos evitar.

CARÁCTER MULTIDISCIPLINAR

J.A.Hablábamos de la diversidad de los cuidados paliativos.

I.G.Sí, además del dolor, en los CP es muy importante también la respiración; la fatiga al respirar produce un gran malestar al paciente. La hidratación y la alimentación también son fundamentales, pues por grave que esté un paciente no podemos dejar que se muera de hambre o sed, como algunos proponen.

Otro pilar de los CP son los cuidados higiénicos. Tratamos a personas, que muchas veces en estado terminal no controlan la defecación y la micción. Hay que darles los cuidados higiénicos que no pueden darse ya a sí mismos precisamente por su dignidad de persona.

J.A.Las consideraciones espirituales también deben ser tenidas en cuenta, ¿verdad?

I.G.Y no podemos olvidarlas. El reconocimiento a la cuarta dimensión del ser humano parece en diversos textos legislativos y me gusta mucho que leyes como la valenciana hablen de la asistencia espiritual al enfermo.

Además de la física, psíquica y social, el ser humano posee una dimensión espiritual (y no estamos hablando de la concepción del alma cristiana) que resulta fundamental cuidar en un enfermo terminal, porque es lo que da sentido a su vida.

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