La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha acogido en la sede Trinitarios la jornada ‘Ciberbullying e IA: Retos y Soluciones desde un Enfoque Multidisciplinar’, que se ha celebrado en el marco de la Semana de la Ciencia y ha sido organizada por la vicedecana de Criminología, Silvia Sempere, con la asistencia de especialistas policiales y académicos que han abordado los desafíos actuales del ciberacoso. En la jornada, ha intervenido la inspectora Antonia Muñoz, del Grupo de Menores (GRUME) de la brigada provincial de policía judicial, quien ha afirmado que el ‘smartphone’ es una “herramienta peligrosa” y que “requiere supervisión”. Esto es “complicado”, porque “el propio entorno escolar recomienda que los menores lleven el móvil al colegio o al instituto para que estén localizables”.

La inspectora ha subrayado la importancia de la educación y la prevención: “Más allá de la tecnología, la educación desde casa y los centros educativos es fundamental. Los padres deben conocer las herramientas de control parental y enseñar un uso adecuado de las TIC. Por otra parte, es verdad que es complicado poner una edad, así que la clave fundamental es acompañar a tus hijos y supervisar su uso para evitar riesgos”.

Muñoz ha explicado que “lo que está cambiando sobre todo es la dificultad para investigar este tipo de agresiones realizadas a través de las TIC, debido a que los delincuentes utilizan la inteligencia artificial muchas veces para ocultar el rastro, entonces cada vez es más difícil identificar a los autores”. Por ello, ha recalcado la necesidad de recursos especializados en la brigada, herramientas de análisis y constante actualización tecnológica para enfrentarse a los retos del ciberacoso. Además, ha señalado que, cuando los agresores utilizan redes sociales con sedes en otros países, las investigaciones dependen de la “colaboración internacional”, lo que “alarga los plazos y complica la resolución de los casos”.

Asimismo, la experta del GRUME ha abordado el impacto específico de la inteligencia artificial: “Uno puede enviar audios o crear imágenes que parecen de un niño o una niña, cuando en realidad lo ha grabado un adulto. Es muy difícil distinguir lo real de lo generado por IA, y cada vez esto va a peor”. Muñoz ha relatado casos recientes en los que menores han sido víctimas de manipulación de imágenes mediante IA: “Hemos tenido casos de fotografías de Instagram de una alumna que aparecían desnudas gracias a la IA. A simple vista, era imposible distinguir que la fotografía original estaba vestida. Y lo peor es que los autores las difunden, generando un daño enorme a la víctima”.

Muñoz también ha reflexionado sobre la percepción de los menores sobre el dolor causado: “A veces los autores dicen que era una broma y no pensaban que estaban causando daño, pero para la víctima no es ninguna broma”.

Perfil de los ciberagresores: desde la adolescencia a la treintena

En cuanto al perfil de los agresores, Muñoz ha detallado que existen varios tipos, siendo los más comunes los que buscan “notoriedad” y “reconocimiento” entre sus compañeros. En el caso de adultos, que suelen estar entre la adolescencia y los treinta años, pueden ser “personas introvertidas con problemas psicológicos, o incluso pedófilos que buscan acercarse a los menores haciéndose pasar por alguien de su edad”.

La inspectora de la policía judicial también ha mencionado cómo los videojuegos online pueden servir de “escenario” para el acoso, mediante chats en los que se solicitan imágenes y vídeos que luego se utilizan para “extorsionar” a las víctimas.

Asimismo, el Inspector jefe Alejandro Chicoy Labastida, jefe de sección de la Unidad de Atención Familia Mujer (UFAM) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana, ha abordado en ‘Rompiendo el silencio digital: Por qué el Ciberbullying nos incumbe a todos’ la dimensión social del problema y la necesidad de que familias, centros educativos y comunidad digital adopten un rol activo en la detección temprana del acoso en línea.

Por su parte, el Inspector Julián Romero Donoso, jefe de la sección de análisis forense digital e inteligencia artificial de la Comisaría General de Información en Madrid, ha expuesto en ‘Tecnología policial contra el ciberacoso: IA forense y coordinación institucional’ las nuevas herramientas técnicas que han permitido avanzar en la identificación de agresores digitales, así como la importancia de reforzar la cooperación entre unidades policiales y entidades educativas.

La jornada ha concluido con la clausura institucional, destacando la necesidad de continuar trabajando de forma multidisciplinar para prevenir el ciberacoso y mitigar los riesgos derivados del uso malintencionado de la inteligencia artificial.