El cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares y Jaime Mayor Oreja, director titular de la Cátedra Tomás Moro de estudios sociales y políticos, presentarán en la Universidad Católica de Valencia (UCV) Historia, pensamiento y humanismo actual, el libro homenaje al catedrático de Historia Contemporánea Federico Martínez Roda el próximo jueves, 13 de febrero, a las 19 horas, en el Campus de Valencia-San Juan y San Vicente (Jorge Juan, 18).

En la obra se pretende “celebrar la amplia carrera académica” de Martínez Roda, según explica el coordinador de la misma, el profesor de la UCV Alfredo Esteve: “La trayectoria académica de Federico ha sido muy intensa y muy rica, porque ha tocado muchos palos. Él tiene un gran espíritu de trabajo, con una enorme capacidad de generar ideas y proyectos, y una ilusión que no ha decaído con el paso de los años. Seguir el ritmo de Federico es complicado”.

Fruto de su quehacer científico son las relaciones establecidas con muchos otros investigadores. Así, junto a magistrados, abogados y otros profesionales, los artículos del libro homenaje han sido escritos por profesores y catedráticos de la UCV, la Universitat de València, la Universitat Politècnica de València, la Universitat de Barcelona, la Universitat Autónoma de Barcelona, la Universitat Pompeu Fabra, la Universidad San Pablo-CEU y la Universidad Rey Juan Carlos, además de la Universidad Nova de Lisboa (Portugal).

“Una de las cosas agradables de coordinar este libro fue la pronta respuesta de todos los que han participado, nada menos que 45 autores. Esto llama la atención porque vemos cómo en el mundo intelectual está también presente el cariño entre colegas. Y es reflejo del compromiso de Federico con la investigación, la docencia y, cuando tocaba, también con la gestión”, ha indicado Esteve.

“SI INVESTIGAS, LA PROYECCIÓN SOBRE LOS ALUMNOS ES MUCHO MAYOR”

Martínez Roda, por su parte, cree que ha sido “bastante constante” en la investigación, aunque, como señalaba Esteve, en sus ya 46 años de carrera, se ha dedicado a los tres aspectos que tiene la educación superior, la enseñanza, la investigación y la gestión. Esta última siempre le ha parecido “muy tediosa”, al contrario que la investigación, aspecto que considera “más importante” de la enseñanza universitaria: “Si investigas, la proyección sobre los alumnos es muchísimo mejor. Un profesor que investiga puede llevar a los estudiantes al estado actual de la cuestión de la ciencia que imparta”.

A Martínez Roda -nada dado a las grandilocuencias- no le gusta, de todos modos, el término “pasión” referido a la investigación: “Me siento realizado con mi trabajo porque he hecho lo que quería hacer, por eso estoy tan a gusto siendo un emérito en activo; pero lo cierto es que creo que uno no se apasiona con la ciencia, simplemente se interesa por ella, y yo tengo intereses muy variados”.

No obstante, se detecta cierta pasión cuando habla de la que considera la obra “más importante” que ha escrito, Historia del Mundo Contemporáneo. De la revolución a la globalización (Tirant Lo Blanch, 2010). La razón de ese orgullo está en que en ese libro fue director “de los catedráticos más importantes de Historia Contemporánea de toda España”. En un periódico de tirada nacional calificaron a los coautores de “copérnicos” de la historia contemporánea “porque la característica más reseñable del libro es que no es cronológico sino temático”, apunta Martínez Roda.

Además, este catedrático de la UCV hace hincapié respecto de Historia del Mundo Contemporáneo en que los historiadores, “al final”, lo que deben hacer es una “síntesis” de su investigación “para que la gente que no lee cien libros de Historia tenga unas cuantas obras como referencia que le sirvan para tener las coordenadas de lo fue fundamentalmente el pasado”.

“CAMBIÉ LA FILOSOFÍA POR LA HISTORIA”

A pesar de lo “contento” que ha estado siempre con su labor profesional, el interés inicial de Martínez Roda no fue la historia, en realidad: “Cuando entré en la Universidad de Valencia en el 68 me matriculé en Filosofía y Letras con la voluntad de dedicarme a la filosofía. Entonces los dos primeros cursos de esa rama de las ciencias eran comunes, de modo que en tercero ya elegías Historia, Filología, Filosofía, Pedagogía o la carrera en que te quisieses especializar dentro de ese espectro académico”.

Lo que ocurre es que en ese momento el profesorado de Filosofía en Valencia “dejaba bastante que desear, según nos decían los alumnos de la carrera, pues sólo había un catedrático en toda la Facultad”. Sin embargo, “la UV tenía en Historia a profesores como Ubieto, San Valero, Reglá o Jover; que eran, sin duda, los catedráticos más importantes de España de Historia Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea”.

“Reglá, junto a Vicens Vives, había transformado la historiografía de España en los años 60, por ejemplo. Él me dirigió la tesis de licenciatura y, como la cabra tira al monte, la hice sobre historia del pensamiento; en concreto, sobre la ilustración valenciana. He investigado mucho en ese campo”, expone.

Siendo historiador, a Martínez Roda siempre le ha interesado la filosofía, su “vocación original”, pero no se arrepiente de haberse decidido finalmente por la historia: “Nos licenciamos una generación cuya tasa de aprobados en la oposición a cátedra fue muy superior a la de cualquier otra universidad del país”.