Facultad de Psicología
La Comunitat Valenciana, una de las regiones "con mayor incidencia" de delitos sexuales contra mujeres y menores
Noticia publicada el
lunes, 26 de mayo de 2025
La Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado la jornada ‘Atención a víctimas de agresiones sexuales’, en la que diversos expertos han abordado la necesidad de ofrecer una atención integral y especializada a mujeres y menores víctimas de este delito, a través de iniciativas como los nuevos Centros de Crisis 24 horas en la Comunitat Valenciana o la implantación del modelo Barnahus.
Entre otros, ha participado Felipe del Baño, comisionado para la lucha contra la violencia sobre la mujer, para subrayar que “las agresiones sexuales figuran como una de las prioridades de la Vicepresidencia de la Comunitat Valenciana”. En este marco, ha destacado como novedad “la apertura de tres centros de atención integral 24 horas en Valencia, Castellón y Alicante”, que se suman a las tres dependencias del Programa ALBA para atención a víctimas de trata y explotación sexual, y a los once Centros Mujer ya existentes.
Asimismo, Del Baño ha incidido en que desde el comisionado se ha trabajado en “la puesta en marcha de campañas de sensibilización en festivales de música, oficinas móviles de atención y planes educativos centrados en el uso crítico de la pornografía”. En este sentido, ha presentado “unas pulseras diseñadas para detectar drogas de sumisión química” y ha indicado que, desde que empezaron a repartirlas el verano pasado, “han sido pioneras en la Comunitat Valenciana”. “Estos brazaletes llevan incorporados dos sensores que, al entrar en contacto con una gota de bebida, permiten identificar sustancias como GHB, éxtasis líquido o burundanga”, y esto, según ha informado, “funciona como un efecto disuasorio a quien pretenda intoxicar las bebidas de nuestras jóvenes”, y así “prevenir una posible posterior agresión sexual”.
Por su parte, Sofía Alberca, coordinadora de los Centros de Crisis 24 horas, ha puesto de relieve, como principal avance desde la apertura de estas instalaciones el pasado mes de diciembre, “la posibilidad de ofrecer una atención inmediata y personalizada desde el primer momento”, ya sea personalmente o a través del teléfono: 900 22 00 22. Según se ha evidenciado, “las víctimas tienen necesidades de atención en áreas psicosociales y de asesoramiento jurídico. Deben superar una situación traumática”. Por ello, ha puesto énfasis en que en estas nuevas instalaciones “se las atiende mediante el análisis interdisciplinar de su situación, ofreciéndoles orientación, acompañamiento, gestión de ayudas sociales e intervención psicológica”. En este contexto, Alberca ha valorado la coordinación entre instituciones como clave para “evitar la revictimización”, y ha reafirmado que uno de los retos es “reforzar la colaboración con sanidad, seguridad y justicia para lograr una respuesta unificada y eficaz”.
Barnahus: "Una única puerta y un único techo"
Joan Mayoral, responsable de la implantación del modelo Barnahus en Cataluña, ha centrado su ponencia en la importancia de esta estrategia, originaria de Islandia, cuyo nombre significa “casa de los niños”. Este mecanismo ofrece a menores víctimas de violencia sexual “un espacio amable que reúne a todos los profesionales necesarios para que ellos y sus familias no tengan que acudir a diferentes instancias”, por lo que lo ha definido como “un avance clave en la atención integral a las víctimas”. Bajo estas circunstancias, ha explicado que “este modelo ha supuesto integrar a todos los departamentos implicados, como Justicia, Derechos Sociales, Salud e Interior, en un equipo único y en un espacio diseñado para que la víctima se sienta segura y cómoda”. Sin embargo, tal y como ha reiterado Mayoral, “la clave del modelo Barnahus está en dos conceptos: una única puerta y un único techo”.
Durante el año 2024, según cifras de la Generalitat de Catalunya, se han derivado a las diferentes Barnahus de Cataluña un total de 2.897 casos. Mayoral ha resaltado que “la implementación de este modelo ha supuesto un cambio de paradigma, ya que ha requerido modificar la manera de intervenir de jueces, tribunales, fiscales y otros profesionales”. Y para que funcione, ha señalado que “es imprescindible una implicación política e institucional clara, así como los recursos necesarios, como equipamientos, formación y personal cualificado”.
La Comunitat Valenciana: “Una de las regiones con mayor incidencia”
El encuentro también ha contado con la participación de Isabel Iborra y María José Beneyto, codirectoras del Máster en Psicología Jurídica. Beneyto ha advertido de que “la realidad que enfrentamos es alarmante”, y lo ha ilustrado con los datos del Ministerio del Interior, que reflejan que “en 2023 se registraron en España más de 20.000 delitos contra la libertad sexual, un 13 % más que en 2022, y en 2024 este tipo de agresiones aumentó un 5,7 %”. Asimismo, ha avisado que “la Comunitat Valenciana, con más de 1.400 casos denunciados, continúa siendo una de las regiones con mayor incidencia”. En este escenario, ha recalcado que “la mayoría de las agresiones no se han denunciado”, y ha alertado sobre el impacto en menores, respecto a lo que ha apuntado que “según Save the Children, 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños han sufrido abuso sexual antes de los 17 años”. Ante esta situación, ha defendido que “la psicología tiene un papel esencial no solo en la intervención tras el trauma, sino también en la prevención, la valoración del daño psicológico y el acompañamiento judicial”.
Finalmente, Iborra ha considerado “positivo” el desarrollo del evento, y ha hecho hincapié en que “estas jornadas son fundamentales porque permiten articular la formación académica con los desafíos reales que los profesionales de la psicología deben afrontar en contextos de alta complejidad y sensibilidad, como la violencia sexual”. Ha puesto el foco en que “este es el tercer año que desarrollamos estas jornadas, y aunque en ediciones anteriores nos habíamos centrado en los agresores, este año nos hemos enfocado en las víctimas”. No obstante, ha recordado que, “aunque ha aumentado la visibilización de la violencia sexual, todavía arrastramos carencias estructurales en la atención y el acompañamiento, especialmente en lo psicológico”. En conclusión, ha afirmado que “estos espacios de encuentro fomentan una mirada ética, empática e informada sobre la atención a víctimas, imprescindible para evitar la revictimización”.