Si no nos convertimos a Dios, si no volvemos a Él, pereceremos, como dice Jesús en el evangelio de Lucas (Lc. 13,9). Pero aun siendo así y sin ningún ápice de odio ni de condena de nadie, reconozcamos, al mismo tiempo, que, en nuestro mundo de hoy, se palpan innumerables signos de cómo este......