El grupo de investigación "El estrés y la enfermedad" de la Universidad Católica de Valencia está llevando a cabo en el centro médico IMED-UCV un ensayo clínico con el objetivo de mejorar la calidad de vida de pacientes afectados de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y, en algunos casos, tratar de revertir algunos de sus síntomas.  

Lidera el equipo José Enrique de la Rubia, que ha detallado que el tratamiento empleado, “combina dos antioxidantes ampliamente estudiados en procesos de neurodegeneración, pero administrados en forma liposomada, tratando de este modo de mejorar su eficacia. Completamos la administración de los antioxidantes con la de otro fármaco, que muestra una actividad muy prometedora en su efecto neuroprotector, especialmente de las motoneuronas dañadas en la patología”, ha añadido.   

Cambios en la microbiota intestinal   

Por otro lado, De la Rubia ha afirmado que, “más allá del impacto a nivel clínico, queremos analizar cómo afecta esta combinación de fármacos en la microbiota intestinal, que está relacionada con la mayoría -por no decir todas- de las enfermedades neurodegenerativas y con las alteraciones de sueño que se dan también en la mayoría de los afectados de ELA”. Así, “cambiar la microbiota intestinal podría hacer que los pacientes tuvieran, entre otras cosas, mayor cantidad y calidad del sueño, lo que tendría una influencia muy positiva en su vida diaria”.    

En este sentido, el investigador ha destacado el interés de analizar "cómo las bacterias cambian no sólo en número, sino en su manera de actuar y de expresarse. Es todo un reto para nosotros”.   

Equipo multidisciplinar   

En el proyecto participa un equipo multidisciplinar de médicos, fisioterapeutas, enfermeros, biólogos, psicólogos y nutricionistas, profesores en su gran mayoría de la UCV. También colaboran la Asociación Andaluza de Esclerosis Lateral Amiotrófica, la Asociación Valenciana de ELA (ADELA CV) y científicos de la prestigiosa King´s College de Londres.  

“Contamos con investigadores destacados en todos los campos y totalmente volcados en el proyecto, que están mostrando compromiso e invirtiendo todas sus energías y capacidades. Su implicación ha ayudado mucho a que este proyecto salga adelante. Gracias a todos ellos, en cuatro meses se terminará la intervención y comenzará el análisis de los resultados”, ha expresado De la Rubia, quien ha valorado, sobre todo, “la generosidad infinita de los pacientes y de los familiares que tienen que acompañarlos: acuden desde diferentes puntos de España, lo que implica grandes esfuerzos debidos a sus problemas de movilidad y adaptación. Es por todos ellos que esperamos tener éxito en el estudio”, ha concluido De la Rubia.