El jesuita Xavier Quinzà, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, ha señalado que la misericordia "es el rostro nuevo de Dios" que se inclina sobre el sufrimiento y la miseria humana. Según el profesor, que ha participado en las Jornadas sobre Emoción, Empatía y Conducta organizadas por la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, la misericordia se trata de una disposición parecida pero diferente de la compasión, que ha definido como "el deseo de estar y compartir con la persona que sufre".
De esta manera, Quinzà ha apuntado que la misericordia "está basada en algo mucho más grande" como es el amor de Dios por los hombres. "Jesús es el rostro de la misericordia de Dios y sólo cuando experimentamos este amor somos capaces de alcanzarlo y practicarlo con los demás", ha añadido Quinzà.
Además, en su conferencia "Compasión y misericordia, una reivindicación del amor al prójimo", el ponente ha señalado que un amor que no ha experimentado previamente la misericordia y el perdón de Dios, bien sea entre los esposos, de amistad o familiar, "estará todavía en un nivel adolescente".
En esta misma línea, el jesuita ha calificado de "muy oportuno" la convocatoria del Año de la Misericordia por el papa Francisco, ya que esta debilidad de Dios ante el sufrimiento "transforma la concepción que muchos hombre tienen de Él y se aleja de la imagen de un Dios vinculado al precepto y a la perfección".
Quinzà ha señalado que la "globalización del sufrimiento es un signo de los tiempos" que llama a la humanidad en general, y a los cristianos en particular a sensibilizarse y a pasar a la acción. "Un movimiento que sea a la vez testimonio cristiano de lo que creemos y no quedarnos únicamente en la mala conciencia que produce la miseria ajena", ha afirmado.
Con respecto a la predicación del papa Francisco y la labor de la Iglesia en su conjunto, el profesor ha señalado que la llamada a salir a las periferias es en el fondo una llamada a no mirarse sólo a uno mismo, sino que hay que abrir los ojos y ser conscientes de que existe una responsabilidad sobre el prójimo.
"Hoy Dios nos sigue preguntando como a Caín, ¿dónde está tu hermano", ha apuntado Quinzà, quien ha afirmado que el prójimo "es cualquier persona a la que uno se acerca para ayudarle", esté o no cerca espacialmente.
Finalmente, el ponente ha animado a los presentes "a vivir el Evangelio con autenticidad" y a experimentar la felicidad teniendo compasión del prójimo. "Sólo así descubres que la vida tiene sentido", ha apuntado.
JOSÉ LUIS SÁNCHEZ: "CUANDO LA MISERICORDIA ENCUENTRA SU ORIGEN EN DIOS SOMOS CAPACES DE COMPADECERNOS DEL PRÓJIMO Y APORTARLE LA TERNURA DE DIOS"
Previamente, en la sesión dedicada a la compasión y ternura, el capellán mayor y vicerrector de Extensión Universitaria y Cultural de la UCV, José Luis Sánchez, ha desarrollado en su conferencia, "La compasión y la misericordia a la luz de la Biblia", la importancia de compadecerse del que sufre y de escuchar el grito del hombre que pide ayuda.
"Cuando la misericordia encuentra su origen en Dios, que es padre de la misericordia, somos capaces no sólo de compadecernos del prójimo, sino de aportarle la ternura de Dios", ha señalado Sánchez.
En esta línea, el vicerrector ha indicado que en la medida en que las personas se compadecen de las miserias y debilidades del que está cerca, "desarrollan un nivel superior de amor que redunda en el beneficio de toda la humanidad".
Además, el ponente ha resaltado que la persona que no se compadece por los sufrimientos de los demás "se desnaturaliza ya que no desarrolla la capacidad de amar que posee y a la que está llamado".
MARTA ALBERT: "LAS EMOCIONES TIENEN SU PROPIO LOGOS"
La primera conferencia de la segunda sesión de las jornadas ha sido desarrollada por la profesora Marta Albert, de la Universidad Católica de Valencia, que ha defendido que el mundo de las emociones "tiene su propio logos y no es un caos como muchas veces se piensa en la cultura contemporánea actual".
En este sentido, a diferencia de lo puede creer una sociedad donde predomina el emotivismo, la profesora Albert, citando al filósofo Blaise Pascal, ha señalado que "el corazón tiene sus razones que la razón no entiende".
En su intervención, titulada "Ordo amoris: una gramática de las emociones", la ponente ha abordado esta cuestión desde el punto de vista de la simpatía y basándose en Max Scheler ha señalado que "las emociones se ordenan también en relación con los demás".
"La jerarquía de emociones que todos poseemos no es únicamente individual, sino que también es colectivo porque las compartimos. A través del otro conocemos cuál es nuestro orden de valores y podemos cambiarlo", ha apuntado.
Un ejemplo de ello, ha añadido Albert, se encuentra en el fenómeno de los modelos, donde una persona altera el orden de valores de otra. "Es curioso ver cómo la dimensión relacional afecta a un aspecto tan íntimo de la persona como es su jerarquía de amores", ha señalado la ponente.
ALBERTO SERRANO: "ADEMÁS DE REFORMAR EL APARATO INSTITUCIONAL, LA PREVENCIÓN FRENTE A LA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y EMPRESARIAL NECESITA DE UNA EDUCACIÓN MORAL"
En su intervención en las jornadas, Alberto Serrano, profesor de la Universidad Católica de Valencia, ha analizado el concepto de simpatía en las ideas del filósofo escocés del siglo XVIII Adam Smith. En opinión de Serrano, dicha noción es nuclear en la obra smithiana La teoría de los sentimientos morales y tiene implicaciones fundamentales en La riqueza de las naciones, por la que se considera al filósofo británico padre de la ciencia económica moderna.
Precisamente, Serrano ha subrayado que las raíces del descarrilamiento de la economía en la última década se hallan no sólo en la crisis moral sino también en la "desinstitucionalización de la simpatía"; que Smith entiende como la capacidad de ponerse "en el lugar del otro", teniendo en cuenta su posición o sentimientos a la hora de tomar decisiones
El profesor de la UCV ha recordado que resulta necesario reformar el aparato institucional en orden a prevenir situaciones como la crisis económica o los ingentes casos de corrupción política y empresarial, pero considera "absolutamente fundamental" que se apueste por una educación moral: "Para que se produzca un rechazo social de determinados comportamientos, los ciudadanos deben ser personas comprometidas con ciertos valores sin los que calificarían de indigna a la sociedad en la que vivirían".
GINÉS MARCO: "HEMOS DE EDUCAR LA INTERIORIDAD Y MATIZAR MUY BIEN LAS EXPRESIONES QUE EMPLEAMOS AL REFERIRNOS A AFECTIVDAD"
Por su parte, el decano de la Facultad de Filosofía, Antropología y Trabajo Social, Ginés Marco, ha señalado la necesidad de "educar la interioridad", así como "matizar muy bien" las expresiones que se emplean al referirse a la afectividad. "O dotamos a la afectividad de un cuerpo de fundamento filosófico fuerte o caemos en la superficialidad, en la banalidad y en la frivolidad", ha añadido.
El decano y codirector de las jornadas ha impartido en las segunda sesión de las jornadas la ponencia titulada "La compasión: de la esfera del sentimiento a la esfera de la voluntad".
De esta forma, Marco ha analizado la importancia de los fundamentos para una educación de la afectividad y ha apuntado que se trata de "una afectividad que va más allá del entendimiento, más allá de la voluntad, que no se confunde con ninguna de estas dos dimensiones".
Para el marco de la educación de la afectividad, el decano se ha detenido en la metodología reciente del storytelling, que supone "contar historias de vida donde hay fenómenos afectivos en curso que pueden ayudar a conocer mejor al personaje y emitir un modelo, porque en el mundo afectivo funcionamos también a base de modelos".
Asimismo, en su intervención ha aludido a una "confusión" habitual: "Se habla mucho de sensaciones, que son físicas, que se confunden con sentimientos, que son psicológicos, y dentro de los sentimientos psicológicos se confunden los estados afectivos -eminentemente pasivos- con las pasiones, que tienen un componente de actividad mucho más fuerte". Marco también se ha referido a las denominadas "respuestas afectivo espirituales que trascienden la observación neurofisiológica".
Igualmente, Marco ha aseverado que compasión es una "disposición a verter lo mejor del propio yo para salvaguardar la dignidad del otro". "Hay modelos, personas, que ponen en práctica esa disposición, pero no siempre viene alentada en los medios de comunicación que sacralizan en gran medida un craso individualismo", ha expresado.
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