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Una tesis de Antropología analiza los dilemas del cooperante internacional
miércoles, 15 de enero de 2014 Dirigida por el Dr. Pablo Vidal, ha obtenido la calificación de sobresaliente "cum laude"

La tesis doctoral con mención internacional "Etnografía de cooperantes. Relatos y experiencias de vida de expatriados", defendida en el salón de actos del campus de Valencia-San San Juan y San Vicente de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" por Raquel Sánchez Padilla, profesora de Antropología de dicha institución, ha obtenido la calificación de sobresaliente ‘cum laude'.

La principal "novedad" que aporta la tesis de Sánchez Padilla se halla en la "centralidad" en la misma de la figura del cooperante. Su epicentro no es la cooperación en sí o los proyectos desarrollados de forma general o particular, sino el estudio "personalizado" de un grupo de cooperantes.

"He querido realizar esta investigación mediante el método biográfico, muy propio de la antropología. Estos relatos de vida, obtenidos aplicando la técnica de la entrevista en profundidad, permiten profundizar en la persona del cooperante, conociendo las motivaciones, sensaciones y frustraciones que hay bajo la superficie. De ese modo, surgen cuestiones como la de las medidas de seguridad, el sueldo o las dificultades en el entorno que se tratan con mayor detalle", ha manifestado Sánchez Padilla.

Según ha explicado la profesora de la UCV, su pretensión ha sido presentar a la persona "que hay detrás de cada relato" con la intención de contextualizar dichas narraciones, aportando, "en la medida de lo posible, rostro y continuidad biográfica". Más allá de su trabajo y de su jornada laboral, la investigadora ha acompañado a través de sus relatos a los 15 cooperantes valencianos que han participado en el estudio, "a las casas donde viven, a las actividades recreativas y los actos sociales a los que acuden, todos ellos, condicionados por las fuertes medidas de seguridad a las que están sometidos".

Sánchez Padilla ha indicado, además, que, mediante la técnica de los relatos cruzados, ha logrado diseñar un perfil del cooperante, "radiografiándolos desde el momento inicial que les lleva a desarrollar su labor profesional en ese campo pasando por su experiencia en terreno hasta el retorno a su país de origen". Así, la especialista valenciana ha expuesto que los cooperantes internacionales son personas "con cierta inquietud hacia lo social y lo humanitario, a las que les gusta viajar, interesadas en otras culturas, y en aprender y hablar otras lenguas".

‘COOPERACIOLANDIA'

Por otro lado, la investigación de la Dra. Sánchez Padilla ha "refutado" la idea de que el cooperante es alguien que se "sumerge" en la cultura en la que desarrolla su labor: "Con cierto asombro he comprobado que muchos de ellos no tienen prácticamente contacto con la cultura local. Los cooperantes tienen la suya propia, que acuño en la tesis como ‘cooperaciolandia', paralela al primer mundo del que salen, y también al tercero al que llegan. Se mantienen en esa esfera, relacionándose no solo con otros cooperantes sino también con otros expatriados (extranjeros que trabajan en otro país pero con contrato en su nación de origen) en bares y hoteles de expatriados, etc. Por supuesto, los hay que realmente se imbuyen de la cultura de su lugar de trabajo".

Influye en ese ‘modus vivendi' "a cuál de los tres grupos de cooperantes existentes pertenezca el individuo". En primer lugar, están aquellos dedicados a la cooperación al desarrollo, encargados de ejecutar un proyecto de larga duración que promueva el desarrollo económico y social (un hospital, una carretera, etc), "que normalmente tienen más contacto con la cultura local porque están más solos, aunque con el paso del tiempo tendrán su grupo de expatriados".

En segundo lugar, se encuentran los dedicados a la cooperación humanitaria, que van al mundo subdesarrollado "a realizar una misión concreta, a resolver un problema coyuntural, como una campaña de vacunación, por ejemplo; y que suelen estar fuera de su país de seis meses a un año y medio, aproximadamente".

Finalmente, existen los cooperantes dedicados a emergencias: "Acuden con un aviso de 24 horas de antelación a situaciones de catástrofe. Solo dedican un mes a causa de la intensidad del trabajo; de hecho, tienen prohibido estar más tiempo".

En relación al tiempo de residencia del cooperante en el lugar de destino Sánchez Padilla ha aducido que el regreso al país de origen del aquél, sobre todo en el caso de aquellos dedicados a proyectos de desarrollo, es en ocasiones "muy difícil".

"Pese a que desarrollan su trabajo en países del Sur, los cooperantes en proyectos de desarrollo parten de una situación muy diferente a la de sus colegas locales, pues poseen una posición privilegiada en cuanto a poder, conocimientos y acceso a los recursos. Además de estas diferencias en el ámbito laboral, los cooperantes viven en una realidad social y cultural totalmente distinta a la que les rodea. Por eso, volver para muchos de ellos significa bajar de estatus y encontrarse desconectados de su mercado laboral; de estos se dice que han llegado al punto de no retorno", ha explicado.

DILEMAS DEL COOPERANTE

Al realizar el análisis del discurso -dividido en uno de contenidos y otro de la estructura del relato- de los participantes en la investigación, Sánchez Padilla ha descubierto que la vida del cooperante es un "dilema", que estos "encarnan el propio dilema que supone el concepto de cooperación internacional".

El primer dilema enfrenta las ideas de cooperación (el expatriado trabaja junto a profesionales locales) e imposición, pues los proyectos "se deciden fuera del país al que van dirigidos. Los que mandan no son los oriundos del lugar en cuestión sino los cooperantes. Se supone que se va allí a cooperar para encaminar al tercer mundo hacia el autodesarrollo y no a imponer los propios criterios".

"El segundo contrapone al altruismo la cooperación como profesión renumerada. A algunas personas les choca que los cooperantes cobren un sueldo, pero si queremos que estos sean gente preparada y que no improvise deben dedicarse a ello de manera profesional; y un trabajador debe cobrar", ha subrayado.

Frente a la imagen cliché de "persona maravillosa y angelical" que posee el cooperante, su perfil es "muy amplio". La autora de la tesis ha querido, además, contribuir al descarte de "tópicos" sobre el cooperante desde una perspectiva antropológica: "Dentro de la categoría de cooperante existe una gran diversidad, se trata de una categoría muy flexible. No debemos olvidar que este campo está viviendo una incesante transformación, más acentuada en la última década, que afecta a la configuración de las organizaciones, a los discursos y a las políticas, entre otros".

Los últimos dilemas los conforman la dedicación exclusiva y la vida familiar y social, "muy complicada" si se quiere hacer lo primero; y la igualdad frente a la desigualdad "entre cooperantes y profesionales locales".

ESTUDIO NO CERRADO

Finalmente, la Dra. Sánchez Padilla ha señalado que el objetivo de su investigación ha sido la de recopilar relatos de cooperantes con la intención de profundizar en el conocimiento de la cultura de la cooperación. "Este colectivo, de hecho, bastante olvidado, influye y afecta directamente en los resultados de las intervenciones de desarrollo y humanitaria puesto que no son meras herramientas, sino que se trata de personas que dejan su impronta en aquello que realizan", ha indicado.

Pese a todo lo expuesto, la Dra. Sánchez Padilla ha indicado que, debido a la "amplitud" de información obtenida a través de los relatos de vida de los informantes, no puede considerarse "definitivamente cerrado" su estudio.

La tesis ha sido dirigida por el Dr. Pablo Vidal, Decano Adjunto de Antropología Social y Cultural, y Trabajo Social de la Universidad.

El tribunal ante el que Sánchez Padilla ha defendido su tesis ha estado compuesto, en primer lugar, por la Dra. Anne-Marie Brisebarre, Directora de Investigación del Laboratorio de Antropología Social del Collége de France, que ha actuado como Presidenta; y el Dr. Ginés Marco, Decano de la Facultad de Filosofía, Antropología y Trabajo Social de la UCV, que ha detentado el cargo de Secretario del tribunal. Han sido vocales del tribunal el Dr. José Miguel Marinas, Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid; la Dra. Rita Bichi, Catedrática de la Universidad Católica "Sacro Cuore" de Milán; y el Dr. Joan Lacomba, profesor de la Universitat de València.

David Amat / comunicacion@ucv.es