El historiador valenciano Manuel Olmos Gil ha defendido en el Aula Maior del Campus de Valencia-Santa Úrsula de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” su tesis doctoral en la que recupera y estudia la vida y la obra del compositor Leopoldo Magenti Chelvi –nacido en Alberic en 1894 y fallecido en Valencia en 1969-. La tesis aborda su repercusión en la música valenciana y española, su trabajo como docente y su labor como crítico musical en la prensa diaria.
Este investigador ha señalado en su tesis doctoral titulada “Leopoldo Magenti Chelvi (1894-1969). Retrospectiva musical d’un home polifacètic”, que ha obtenido la máxima calificación -‘apta cum laude’-, que la figura de este artista “no ha estado justamente reconocida y valorada” hasta la fecha.
Olmos ha detallado que este músico valenciano, autor de la conocida revista ‘La Cotorra del Mercat que fue representada en multitud de ocasiones’, “ha de ser considerado como un ejemplo de músico polifacético de la España de mediados del siglo XX”.
Inicialmente, ha subrayado Olmos en su tesis, Magenti fue una de las “grandes promesas de las teclas españolas, a un nivel parecido al de Iturbi o Querol”. Una proyección que quedó truncada muy pronto, cuando en 1919 tuvo una grave lesión en su mano derecha y que le obligó a “buscar otras vías para potenciar su talento musical”. Así, se dedicó a la crítica musical y a la composición.
De esta forma, entre 1923 y 1936, Magenti “vuelve a saborear los éxitos en el escenario” como compositor lírico. Sus obras fueron representadas en España y América y “consigue reconocimientos notables” con zarzuelas como ‘El Ruiseñor de la Huerta’, La Barbiana’ y ‘La Labradora’”, que lo convirtieron en uno de los compositores más solicitados, ha detallado Olmos.
Pero, otro elemento ajeno, la Guerra Civil Española, se “interpone en su progresión”, como anteriormente ocurrió con la lesión. En las conclusiones de su tesis, Olmos ha señalado que hasta “treces veces” llegó a “reorientar” su carrera.
Magenti inicia una nueva etapa como profesor catedrático del Conservatorio de Valencia, “pero sin abandonar la composición”. Este investigador ha asegurado que el compositor de La Ribera “vuelve a acertar” con la experimentación de otros géneros líricos diferentes a la zarzuela.
En 1946, con la revista musical ‘La Cotorra del Mercat’ logra un gran éxito. Esta revista se llegó a representar más de 1.500 veces en teatros de Valencia, Barcelona y poblaciones cercanas a estas ciudades.
Igualmente, en cuanto al género sinfónico, “la suite ‘Estampas Mediterráneas’ se convierte en todo un referente de la música magentina, obra que en su versión para banda continua programándose e interpretándose en la actualidad”, ha asegurado Olmos.
Este investigador encuadra a Leopoldo Magenti “dentro de los músicos postrománticos, una música neoclásica, con algunas pinceladas impresionistas, en el sentido de hacer uso de lenguajes o soluciones compositivas del pasado, pero con una visión actualizada dentro de los estándares más aceptados por el gran público de su época”. “Aunque no se muestra indiferente a los nuevos estilos provenientes de Norteamérica”, ha manifestado Olmos.
Según el nuevo doctor, su experiencia en el teatro lírico y sus composiciones en revistas y zarzuelas hacen que en sus obras sinfónicas “surja una facilidad temática enraizada a los pasajes cantados”. Al respecto, Olmos ha apuntado que “la composición sencilla de muchas de sus obras hizo que adquirieran popularidad rápidamente y hoy todavía hay contemporáneos de Magenti que recuerdan y tararean algunas de sus melodías”.
El investigador lamenta que en muchas ocasiones se ha querido “encasillar” a Magenti dentro del grupo denominado “músicos valencianos”, pero con una expresión realizada en “sentido peyorativo”. Algo “injusto”, ha remarcado, “si bien es cierto que hay ciertas obras de su repertorio que beben de la tradición valenciana, no son solo sino una parte significativa de su creación”.
Olmos, en su investigación, también ha profundizado en recuperar el trabajo de Magenti como cronista musical en el periódico “La Voz Valenciana” y ha interpretado esta labor “dentro del contexto de otros grandes críticos musicales valencianos del momento”.
Como crítico musical, ha subrayado Olmos, el trabajo de Magenti entre 1923 y 1931 refleja los acontecimientos musicales que se producen en la ciudad, sobre todo en la Sociedad Filarmónica o el Certamen de Bandas Civil Ciudad de Valencia.
En sus artículos, el músico de Alberic “no solo muestra su cualificada opinión sobre el desarrollo de los actos musicales, sino que principalmente demuestra su conocimiento de las tendencias musicales del momento, los repertorios más interpretados, la calidad de los intérpretes y hasta la capacidad del público asistente a las representaciones a la hora de recompensar justa o injustamente lo que se ha ofrecido sobre el escenario”.
La tesis de Manuel Olmos Gil, dirigida por la doctora Anna Cazurra Basté, ha sido defendida ante un tribunal compuesto por especialistas de reconocido prestigio como Román de la Calle, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y profesor de la Universitat de València, que ha actuado como Presidente; Álvaro Romero, experto en acústica y profesor de la Universidad Católica de Valencia, como Secretario del Tribunal; y los vocales doctor Antoni Pizà, de Director de la Foundation for Iberian Music (The City University of New York); Joaquim Icart, académico de la Reial Acadèmia Catalana de les Belles Arts de Sant Jordi y profesor de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona; y Ricardo Roca, historiador, pianista y profesor del Conservatorio Municipal de Música "José Iturbi" de Valencia.
Antoni Martínez / comunicacion@ucv.es