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Mons. Osoro: “Tenemos la obligación de presentar a la familia como santuario de la vida, donde se descubre la verdad”
jueves, 10 de noviembre de 2011 El Arzobispo y Gran Canciller preside la Jornada Lateranense del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Valencia, en la que han participado Mons. Juan Antonio Reig y el obispo de Macerata, que ha pronunciado la lección inaugural
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El Arzobispo de Valencia y Gran Canciller, Monseñor Carlos Osoro, ha destacado que “tenemos la obligación de presentar a la familia como ese santuario de la vida en el que la persona descubre la verdad de su existencia y la salvación que llega a través de Jesucristo”.

El prelado ha presidido la "Jornada Lateranense" que abre el curso del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios en Teología y Ciencias del Matrimonio y la Familia. El acto ha comenzado con una misa celebrada en la capilla del campus de Valencia-Santa Úrsula de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", concelebrada por el Obispo de Alcalá de Henares, Monseñor Juan Antonio Reig Pla, vicepresidente-decano de la sección española del Instituto; Claudio Giuliodori, Obispo de Macerata (Italia) y numerosos sacerdotes.

En su intervención, Mons. Osoro, que ha afirmado que en la familia “se engendra, entre otras cosas, la vida” necesita de “dos laderas: padre y madre”, sin los cuáles “no existe la vida humana, necesario para constituir la familia”.

Igualmente, el perlado ha lamentado que “la familia está sometida a unas pruebas especiales y tremendas” en estos momentos, en los que “se discute o se anula la familia”. Al respecto, ha añadido, que, actualmente, en España “no sabemos lo que es la familia, se ha eliminado de un plumazo” y la definición de la RAE “no sirve ya para la situación y la legislación que se ha hecho”.

Al respecto, Mons. Osoro ha asegurado que el Pontificio Instituto Juan Pablo II fue creado para “decir verdad” sobre lo que es la familia. “Y para eso lo hemos acogido nosotros en nuestra Archidiócesis de Valencia, para que dé luz en España, para que a través de los estudios, de la reflexión y la investigación se muestre y se dé a conocer lo que es la familia”, ha expresado.

El Arzobispo también ha tenido palabras de recuerdo para el Beato Juan Pablo II, creador y fundador del Pontificio Instituto, y se ha congratulado de que en estos momentos “tenemos un intercesor para hacer verdad lo que nosotros estamos proponiendo a los hombres: descubrir lo que es la familia y resistir a las pruebas a las que se somete a la familia”.

Finalmente, Mons. Osoro ha subrayado que además de resistir, el Pontificio Instituto Juan Pablo II también debe “presentar una alternativa nueva que nace del corazón del Evangelio, como es la familia cristiana”. “¡Vamos a presentarla con fuerza, es la gran tarea del Instituto!”, ha exhortado.

MONS. CLAUDIO GIULIODORI: “EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA CONSTITUYEN EL VERDADERO, FUNDAMENTAL Y PRIMARIO LUGAR DE FIESTA”

Tras la Misa ha tenido lugar el acto académico en el que monseñor Claudio Giuliodori ha impartido la conferencia titulada “La familia, lugar de trabajo y descanso festivo”, en consonancia con el VII Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará el próximo año en Milán con el lema de “La familia: el trabajo y la fiesta”.

El prelado ha explicado que para comprender el sentido “profundo” de la fiesta hay que mirar más allá de sus “aspectos exteriores, hoy tan extendidos por los medios de comunicación, que la identifican únicamente con la mera diversión”. Por el contrario, “es necesario mirar dentro del hombre porque la verdadera fiesta habita en su corazón”. Y “¿qué busca el corazón humano?: relaciones auténticas”.

En este sentido, el obispo italiano ha asegurado que Dios ha querido dar a la persona un lugar privilegiado para la fiesta: “el encuentro del hombre y la mujer, en una relación de entrega mutua y abierta a la vida”. En esos casos “se da un misterio de fiesta, de alegría, porque se da el don recíproco y la colaboración con Dios en la acogida de la vida”.

Por todo ello, el matrimonio y la familia constituyen “el verdadero, fundamental y primario lugar de fiesta”, ha aseverado monseñor Giuliodori.

En cuanto al trabajo, ha considerado que no hay que considerarlo como algo destinado a ser utilizado únicamente “para uno mismo” ni tampoco como algo ligado exclusivamente a “lo económico, la riqueza o el hacer negocios”. Antes bien, el trabajo debe estar orientado a “desarrollar a la persona” y a proveerla en sus necesidades, que normalmente “tienen que ver con la familia”, bien la que ya tiene o la que proyecta formar.

El prelado ha fundamentado esta visión del trabajo como “desarrollo social y del sostenimiento de la familia” en la doctrina social dela Iglesia, en particular las encíclicas ‘Rerum novarum’ y ‘Laborem exercens’ de los papas León XIII y Juan Pablo II, respectivamente.

MONS. JUAN ANTONIO REIG: “DEBEMOS FAVORECER TODO LO QUE SIGNIFICA EN ENCUENTRO CON LA CULTURA”

Por su parte, Mons. Reig se ha referido, al empezar su intervención, al Beato Juan Pablo II para señalar que es quien “nos recuerda que tanto la familia como el trabajo son prolongación de la persona”.

El Vicepresidente-Decano de la sección española del Instituto también ha apuntado que “debemos favorecer todo lo que significa el encuentro del Evangelio con la Cultura, del cuál nace la Doctrina Social de la Iglesia, la moral social”.

Igualmente, en su discurso ha denunciado que en la actualidad “el matrimonio se ha reducido a una comunión afectiva, es el reduccionismo que peor podía pasar, y equiparar las otras uniones es la consecuencia de este reduccionismo”.

Mons. Reig también ha lamentado que otro de los reduccionismos, “más grave”, es la distinción entre lo público y lo privado: “a la familia se la quiere arrinconar al ámbito de lo privado. Esa distinción malévola también afecta al campo de la educación”.

De esta forma, ha alertado de “no confundir nunca público con Estado; el estatalismo quiere ahogar la realidad propia de la persona” y hay que “desprivatizar la familia”.

En contraposición a esos reduccionismos, ha dicho que “la familia tiene como autor a Dios”. Así, “todo lo que forma parte de la familia y de la vida humana forma parte de la Doctrina Social de la Iglesia”.

JOSÉ ALFREDO PERIS: “AL UNIR FAMILIA Y TRABAJO LA IGLESIA HACE UN SERVICIO ENORME”

José Alfredo Peris, Rector de la Universidad Católica de Valencia, ha empezado su intervención con un “recuerdo” al Beato Juan Pablo II y al Cardenal García-Gasco, que trajo a Valencia la sección española del Pontificio Instituto.

Peris ha subrayado que “al unir familia y trabajo la Iglesia hace un servicio enorme”. “La economía solo va a cambiar si somos capaces de reconocer lo que crea valor y priorizarlo; y verdaderamente lo que vale la pena es invertir en familia y reconocer la función de la familia: estructurar una vida social y económica entorno a la familia”.

El Rector ha manifestado el valor del Pontificio Instituto por poder “reunir” profesores y académicos de diferentes universidades e instituciones de educación superior, porque es capaz de “crear comunión”.

Finalmente, el Rector ha manifestado que “en las interpretaciones que se hacen de la cultura suele desaparecer lo familiar; pero eso solo es una epidermis, la familia es tan de ley natural que a poco que se hagan buenos diagnósticos encontramos buenos argumentos para renovar la cultura familiar”.

Durante el acto académico se ha hecho entrega de diplomas a los estudiantes que han concluido la licenciatura en Sagrada Teología del Matrimonio y la Familia y el Máster Oficial en Ciencias del Matrimonio y la Familia en la edición de 2010, ha añadido.

PONTIFICIO INSTITUO JUAN PABLO II

El Pontificio Instituto fue constituido en Roma en 1981 por el papa Juan Pablo II a propuesta del Sínodo de Obispos "para hacer accesible la verdad natural y revelada del matrimonio y la familia a la cultura contemporánea", según se indicaba en su constitución apostólica.

En la actualidad, el centro cuenta con secciones en Estados Unidos, México, Brasil, Australia, Benin, India, Austria y España, donde tiene su sede en Valencia, y subsedes en Madrid, Castellón, Murcia, así como en la República Dominicana.

En Valencia, el Pontificio Instituto Juan Pablo II se fundó en noviembre de 1994 a iniciativa del entonces arzobispo de Valencia, el cardenal Agustín García-Gasco. Este año se han matriculado cerca de 25 personas en el Máster de Ciencias del Matrimonio y la Familia y, 15, en la licenciatura en Sagrada Teología del Matrimonio y la Familia.

La extensión del Instituto está anexa, a efectos de reconocimiento de sus títulos, a la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y su gestión administrativa es asumida por la Universidad Católica de Valencia desde 2005.