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El profesor Javier Montoro, nuevo presidente de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica
lunes, 30 de mayo de 2011 Se enorgullece de que la Universidad Católica de Valencia apostara "desde el principio por la docencia como asignatura obligatoria la alergología dado el impacto tan importante que tiene la alergia en la población"

Francisco Javier Montoro Lacomba, profesor de alergología de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”, ha sido nombrado recientemente Presidente de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica, AVAIC.

Hemos hablado con él para que nos de a conocer la institución y nos concrete cuáles son sus objetivos al frente de la misma. AVAIC dispone de una web, www.avaic.org, que contiene información profesional para los alergólogos y también para otros médicos, y contenidos útiles para población general. Además gracias a un red 12 captadores situados entre las tres provincias, publica semanalmente, los niveles de polen en la Comunitat Valenciana.

¿Cuáles son las funciones principales de la Asociación?

Se pueden resumir en ofrecer información correcta a médicos, pacientes y población general interesada en la alergia. De esta forma un paciente hasta que es remitido al alergólogo puede establecer una serie de medidas básicas que le pueden ayudar a controlar la sintomatología. Otra función muy importante es la del apoyo a nuestros asociados en todos los aspectos que puedan necesitar.

¿Cuáles son los retos que se plantea en su reciente nombramiento?

Los retos que la nueva Junta Directiva que tengo el honor de presidir nos hemos propuesto a medio plazo son, principalmente, difundir y promocionar correctamente la especialidad de Alergología entre la población general, profesionales sanitarios (médicos, farmacéuticos) y la Administración Sanitaria; asegurar el mantenimiento de nuestra Red Aeropolínica de la Comunidad Valenciana; y además  de ofrecer respaldo laboral, informativo y formativo a todos nuestros asociados, elaborar un mapa sanitario de la Comunidad Valenciana para establecer el número adecuado de alergólogos que permita cubrir las necesidades reales de la población en todos los Departamentos de Salud.

Ahora que estamos en primavera, parece que es la época más crítica, ¿cuáles son los principales problemas que se dan y qué síntomas indican que padecemos alguna alergia?

La primavera es la época más mediática de nuestra especialidad y realmente la que más problemas provoca al paciente alérgico y al alergólogo, pero muchos alérgenos están presentes todo el año, no sólo en primavera, lo que obliga al paciente a recibir tratamiento con fármacos y/o vacunas antialérgicas durante largos períodos de tiempo. Sería el caso de los ácaros del polvo, los hongos aerógenos o los epitelios de perros y gatos de los pacientes, por poner unos ejemplos.

Los síntomas más frecuentes son de tipo respiratorio, en forma de rinitis o rinoconjuntivitis, como el picor nasal y/u ocular, estornudos, moco, taponamiento nasal, lagrimeo, enrojecimiento ocular, pudiendo asociar picor en conducto auditivo y en paladar. Si los síntomas se presentan en forma de asma, el paciente presentará tos seca frecuente, difcultad respiratoria con opresión al pecho y “pitos” al respirar, sobre todo por la noche.

En caso de presentar estos síntomas es clave remitir al paciente al alergólogo para su estudio específico y tratamiento antes de que la enfermedad evolucione.

En la Comunitat Valenciana, ¿padecemos de alguna alergia particular o de especial virulencia?

En nuestra tierra hay que distinguir varias zonas con diferente oferta alergénica, por ejemplo en la zona costera los ácaros, la parietaria, las gramíneas y el olivo son los alérgenos más habituales, la zona del interior por ser más seca tiene menos ácaros y los pólenes suelen ser gramíneas, olivo, ciprés, y en la zona sur de Alicante además de los ya referidos hay que añadir uno muy particular que es el de salsola.

¿Podemos prevenirlas?

La enfermedad alérgica es el resultado de la interacción de una predisposición genética con un medio ambiente rico en alérgenos y favorable a la sensibilización. La prevención más usual que realizamos es la secundaria (una vez el sujeto ya es alérgico), mediante medidas de evitación. La vacuna antialérgica también previene de la aparición de asma, en un paciente que ya tiene rinitis alérgica, y de la aparición de nuevas alergias a otros agentes ambientales.

¿Cuál es la prevalencia general en la Comunitat Valenciana de las alergias?

Para la enfermedad alérgica de la vía respiratoria, en el caso de la rinitis estaríamos hablando de un 20% de población general, si se trata de asma aproximadamente un 7%. El resto de manifestaciones (alergia alimentaria, alergia a fármacos, alergia cutánea) no tienen aquí una incidencia especial con respecto a otros lugares.

¿Qué campo de investigación se puede desarrollar?

La Medicina en general es una ciencia en continuo desarrollo. En el caso de la Alergología se está produciendo con mucha rapidez. Si bien la enfermedad no es, en absoluto, nueva, la especialidad en sí misma con reconocimiento oficial es relativamente reciente (década de los 80). Se investiga mucho en la inmunoterapia específica (vacuna antialérgica) con el fin de obtener extractos muy purificados y extremadamente selectivos para tratar la sensibilización del paciente. La vacuna antialérgica es el único tratamiento dirigido contra la causa que provoca la enfermedad, el resto se limitan a tratar sólo la sintomatología (fármacos), y debe ser administrado exclusivamente por alergólogos. Por supuesto, la investigación en rinitis y asma bronquial es clave por ser las dos enfermedades que más padecen los nuestros pacientes alérgicos, pero tenemos campos de investigación continuamente abiertos a todos los niveles de nuestra especialidad.

¿La Alergología como asignatura en los estudios de Grado de Medicina se imparte desde hace mucho tiempo?

Se ha impartido desde hace bastantes años en muy pocas Facultades de Medicina de España. Eso ha sido un importante problema, la falta de formación específica en Alergología en muchas generaciones de médicos, entre los que me incluyo, y que se traduce, inevitablemente, en una escasez de conocimientos sobre ella. Hay que enseñar al futuro médico desde las aulas para aclarar los conceptos y sedimentar las bases de una correcta práctica clínica en nuestra especialidad. En este sentido la Universidad Católica de Valencia apostó desde el principio por la docencia como asignatura obligatoria y creo que es un gran acierto, dado el impacto tan importante que tiene la alergia en la población.