Carolina Martínez destaca la "labor fundamental" del educador social en la prevención de la desestructuración familiar y el maltrato infantil
lunes, 3 de mayo de 2010
La Directora General de Familia ha inaugurado las IV Jornadas de Educación Social de la Universidad Católica de Valencia
Carolina Martínez, Directora General de Familia de la Generalitat, ha asegurado que el educador social realiza una "labor fundamental con visión actual y profesional sobre los dos objetivos a trabajar, tanto en la familia como en la infancia". De esta forma, "la acción socioeducativo familiar debe convertirse en un instrumento de primer orden para la prevención de desestructuración familiar, maltrato infantil, reproducción de patrones de conductas marginales o de delincuencia o ancianidad", ha añadido.
La Directora General de Familia ha inaugurado, junto a Yolanda Ruiz, Vicerrectora de Estudiantes, y Joana Calero, Vicedecana de Educación Social, las IV Jornadas de Educación Social de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", en las que expertos de diferentes ámbitos analizarán, del 3 al 4 de mayo, nuevas técnicas y metodologías para el educador.
Asimismo, ha valorado "la acción de prevención de la desestructuración familiar y el papel muy importante del educador social en la prevención de posibles conflictos familiares". En este sentido, ha destacado la labor del educador social, que desarrolla dentro del ámbito de protección del menor y de la familia. Así, ha subrayado su "papel fundamental en el seno de un equipo multidisciplinar, en la participación y elaboración de programas e intervención sociofamiliar educativo".
Martínez ha detallado que el educador social es la figura que va a estar en los "ambientes de todo tipo –normalizados y excluidos-", y que con su intervención ayuda a un "desarrollo sano e independiente de la persona; la persona y la sociedad son dos elementos de actuación" de éstos profesionales.
Por un lado, la Directora General ha señalado "la acción de la intervención centrada en la ayuda necesaria para la adquisición de habilidades sociales y aprendizajes básicos; así como impulsar un proceso de autonomía social y personal de los miembros del grupo familiar".
Finalmente, Carolina Martínez se ha mostrado convencida de que éstas IV Jornadas contribuirá a adquirir a los participantes "todas las capacidades que se le exigen a un educador social como son la organización, planificación, preparación técnica, dinamismo e iniciativa, capacidades de adaptación a los nuevos entornos y escenarios con nuevas exigencias, nuevos retos, colaboración, responsabilidad y creatividad, entre otras".
JORGE FERNÁNDEZ: "EL ACOGIMIENTO RESIDENCIAL DEBE SER UNA RED MUY ACTIVA, DIVERSA Y EN CONSTANTE EVALUACIÓN"
A continuación, Jorge Fernández del Valle, profesor de Psicología Social de la Universidad de Oviedo, ha pronunciado la primera de las ponencias en la que ha tratado sobre la "Situación actual del acogimiento residencial: retos y perspectivas"
Según este experto "el acogimiento residencial debería ser una red muy activa, diversa y en constante evaluación". De esta forma, Fernández del Valle ha expuesto la "necesidad de variar, adecuarlos a cada uno de los perfiles y que el propio educador tenga una formación especializada".
De esta forma, ha subrayado que "en los últimos 10 o 15 años estos centros atienden una población muy diferente de la que había tiempo atrás". Así, "los recursos de acogimiento residencial estaban pensados para aquélla situación y no para menores extranjeros no acompañados, no para menores que agreden a sus padres o para los problemas de conducta tan grave que hay hoy en día", ha expresado.
Actualmente, las cifras, referidas a 2007, de menores en centros residenciales de toda España fijan aproximadamente en unos 14.000 los niños en esta situación.
Preguntado sobre qué cuestiones habría que modificar cuánto antes, Fernández del Valle ha afirmado taxativamente que habría que "dejar de tener niños pequeños en acogimiento residencial". "Por debajo de los 6 años los niños tendrían que estar todos en acogimiento familiar", ha añadido.
Así, ha destacado que la Comunitat Valenciana se trabaja "bien" este aspecto, pero en otras autonomías "todavía hay centros para bebés y niños muy pequeños". Para los bebés y los niños pequeños "el acogimiento familiar es mucho más sencillo y no representan dificultades".
De igual forma, la siguiente cuestión que se hace de extrema necesidad, el profesor de Psicología Social, es "evaluar bien los programas" que se aplican en los centros. Fernández del Valle ha señalado que "hecho mucho de menos que las entidades y las administraciones presenten evaluaciones sobre lo que hacen". "Es una responsabilidad muy grande trabajar con niños en un centro y no saber luego qué se ha hecho con él", ha puntualizado.
Asimismo, ha puesto como ejemplo el caso de Suecia que desde los años 70 funcionan los acogimientos residenciales familiares, en los que "acogen a la familia y al niño para trabajar con ellos conjuntamente, trabajan con todo el bloque debido a una gravísima desestructuración del hogar".
Este hecho es muy importante para muchas familias, ya que puede ser la solución para madres que necesiten "adquirir habilidades parentales de una manera intensiva para seguir conviviendo con su hijo". En casos de madres con problemas de salud mental o discapacidad intelectual, ha señalado Fernández del Valle, "la separación es muy dura y son personas que hacen lo que pueden; son programas que funcionaron bien y se evaluaron bien".
Finalmente, ha advertido que el educador social que se dedique al ámbito de los centros residenciales debe tener "una poderosa motivación, porque el entorno es difícil y, por ese mismo motivo, es muy estimulante y gratificante". Se trata de librar una "batalla" por conseguir una "vinculación con el chaval", que fructifica en una "relación muy humana y enriquecedora"
Aunque, debido a la dificultad que entraña y a los diferentes perfiles de usuarios "es muy importante la formación del educador social".
BERNARDO ORTÍ: "LO ESENCIAL ES CONVERTIR DIAGNÓSTICOS CON ETIQUETA EN RELATOS"
Por su parte, Bernardo Ortí, doctor en Filosofía y Letras y Director y terapeuta de Zentre, ha pronunciado una conferencia sobre la importancia del diagnóstico en la intervención del educador social".
Este experto ha afirmado que "lo esencial es convertir diagnósticos con etiqueta en relatos" y que hace falta "saber lo que a los niños con los que van a trabajar los educadores sociales les hace sentir el proceso que tienen, las metáforas o con qué más tienen que ver el dolor y las dificultades con las que van a trabajar y las dificultades sistémicas".
Ortí ha apuntado a la necesidad de que el educador social debe descubrir en el menor "qué ocurre cuando desarrolla un síntoma, qué pasa en su casa, qué pasa en sus escenarios de socialización cuando desarrolla un síntoma. Eso es lo que tiene que "conformar el material básico de trabajo" para generar después del diagnóstico un programa determinado.
Sobre los errores que suelen producirse y las "etiquetas" que se colocan a los niños, ha apuntado el Director de Zentre, que suelen venir "por las prisas" y, sobre todo, por querer encasillar a los niños "en lo que las instituciones tienen previsto como soluciones: servicio de adopción, servicio de acogimiento o de residencia".
Ortí ha detallado que hay que instaurar "programas de calidad", conocer cuál es "subjetivamente e individualmente el mejor programa de trabajo para su inserción en un centro o cualquiera de los servicios o programas con los que trabajamos". Así, "hay que atender a la subjetividad de cada uno de los niños como en las enfermedades; cualquier gripe anida de forma diferente en cada paciente", ha puesto como ejemplo.
En la primera sesión de las Jornadas también ha intervenido Mª Luisa Sáez Tejerina, Jefa de Área de Familia, de la Conselleria de Bienestar Social, que ha pronunciado la conferencia "¿Medidas educativas versus medidas correctoras".
Estas Jornadas, según ha detallado Calero, pretenden "mostrar la realidad laboral del educador y exponer las técnicas y programas de intervención que son desarrollados por educadores sociales en activo". Entre sus objetivos figura reflexionar sobre la intervención del Educador Social desde las diferentes áreas de actuación profesional, mostrar la realidad laboral del educador, y acercar la Universidad al mundo laboral.
Las sesiones están dirigidas a técnicos y educadores en ejercicio, alumnos de la diplomatura de Educación Social así como a estudiantes de titulaciones como la de Magisterio, Psicopedagogía, Psicología, Terapia Ocupacional, Trabajo Social y Actividad Física y Deporte, vinculadas al ámbito educativo.
En el marco de las Jornadas también se ha inaugurado una exposición titulada "La educación como derecho humano fundamental: educación y empleo digno", elaborada por la ONG Jóvenes y Desarrollo.