"La mirada antropológica es la perspectiva más acertada que posee el cine"
miércoles, 17 de febrero de 2010
Las profesoras Mª Consuelo Tomás y Beatriz Ródenas coordinan el libro "Los sentimientos y la vida afectiva a través del cine"
María Consuelo Tomás Garrido y Beatriz Ródenas Tolosa, profesoras de Magisterio en la Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", han coordinado un libro que aborda los sentimientos y la vida afectiva a través del cine. En esta obra participa en uno de sus capítulos Enrique Saiz Vicente, también profesor de la Universidad Católica.
Según han manifestado las autoras de "Los sentimiento y la vida afectiva a través del cine", que así se titula el libro, en el que también han colaborado profesores de otras universidades, "cine, antropología y educación son los tres ejes que convergen en este libro, de tal modo que ayudan a ahondar en la persona y en sus ansias de plenitud, desde un certero análisis de las polaridades afectivas, como amor-odio, esperanza-desesperanza, alegría-tristeza, audacia-temor".
El libro, que está publicado por Ediciones Internacionales Universitarias, se divide en dos grandes secciones sobre los afectos, por un lado, y su educación, por otro. Hemos preguntado a las autoras diversas cuestiones alrededor de la importancia de educar en afectividad y las posibilidades que ofrece la gran pantalla con sus aproximaciones a los sentimientos.
El libro que coordináis lleva el significativo título de Los sentimientos y la vida afectiva a través del cine. ¿Qué tiene el cine que tanto aporta a la persona?
El título de la película de Igmar Bergman "Como en un espejo" puede servir como punto de partida para descubrir la esencia del séptimo arte: en él, la persona se mira y es capaz de ver lo más noble y también lo más mezquino de su rostro. Así pues, la mirada antropológica es la perspectiva más acertada que posee el cine. Lo aconsejable es buscar en buenas proyecciones –no todo vale- modelos, ideales, actitudes, que hagan descubrir la riqueza de la existencia humana, la nobleza de la persona, el arte de dar felicidad…
La obra abunda en tres ejes convergentes como son cine, antropología y educación. ¿Qué os propusisteis a la hora de escribirlo?
El objetivo que intentamos conseguir es profundizar en la dimensión afectiva de la persona, y el cine es un instrumento que nos brinda la posibilidad de poder comprender mejor la vida humana y, como consecuencia, el perfeccionamiento del hombre.
En el libro participan expertos que abordan los sentimientos desde diferentes dualidades como amor-odio, alegría-tristeza o audacia-temor. ¿Por qué habéis querido marcarlas tan claramente?
En realidad, no es que nosotras hayamos querido marcar esas dualidades, sino que los hombres poseemos afectos formando "binomios" en torno al amor, y partiendo del amor, hemos de considerar siempre la unidad de la persona, en otras palabras, el amor compromete la totalidad del que ama.
Vamos a centrarnos en algunos de los sentimientos que contiene vuestro libro. ¿Podéis destacar una película que los refleje?
Es cierto que la mayoría de los guiones cinematográficos tienen que ver con los sentimientos: cuentan historias que no nos dejan indiferentes. Es algo que experimentamos habitualmente cuando presenciamos cualquier película. Sin embargo, no podemos decir que cada proyección fílmica vaya directamente a despertar un afecto; ahí está el arte del buen espectador para saber descubrir el mejor contenido de los films.
Por ejemplo, en relación con el amor, nos gustaría mencionar "Australia" porque es un canto a amores tan distintos como el amor que va creciendo entre la pareja protagonista, ante la superación de los múltiples obstáculos que la vida les presenta, o el amor maternal que le suscita a la actriz principal la indigencia de un niño aborigen, y además es patente el amor a la patria, que se propuso reflejar el director de la película, australiano de origen.
Y sobre la esperanza.
En torno a la esperanza, es significativa la película "Slumdog millonaire", que tantos oscars ganó en la pasada edición de 2009. El protagonista es capaz de atravesar todo tipo de sufrimiento y humillación con la esperanza siempre presente de conquistar a su amada.
Continuemos en positivo, sobre la alegría.
La alegría es un sentimiento que se descubre con frecuencia al final de muchas películas, cuando se alcanza la meta perseguida tras superar muchas dificultades. En nuestro libro "El Doctor", "Bella" o la simpática película "Tiempo de valientes" son un claro ejemplo de optimismo.
Finalmente, sobre la audacia.
En relación con la audacia, podemos destacar "Hacia rutas salvajes", en la que la búsqueda de una vida auténtica que vaya más allá del dinero y de la ambición justifica la atracción por el riesgo que sienten muchos jóvenes.
Al cine se le suele calificar como la "fábrica de sueños". ¿Cómo veis el cine más actual?
Qué duda cabe que el cine nació con la finalidad del ocio y la distracción, y hoy en día nos ofrece todo tipo de proyecciones. Sin embargo, lo que nos parece interesante es aprender el arte de ser buen espectador y descubrir en las películas el valor antropológico, ético, artístico, técnico… porque saber ver cine enriquece la personalidad.
Sois profesoras de futuros maestros. ¿Cómo puede ayudar a vuestros estudiantes una adecuada educación afectiva a través del cine a la hora de plasmar su vocación docente?
El séptimo arte es un instrumento pedagógico irrenunciable en la actualidad. Como se dice en el prólogo de nuestro libro, la mirada contemplativa del cine se convierte en una sugerente y rica aportación educativa, de ahí que nos parezca necesario que esta manifestación del arte entre por la puerta grande en las aulas universitarias. Nuestros estudiantes están formándose para una profesión de especial dignidad, puesto que dedicarán su vida a la formación de personas, y el cine es una herramienta que encierra enorme belleza visual y, a la vez, valores y sentimientos que el buen maestro debe aprender a descubrir.