La Universidad Católica rinde homenaje a Santo Tomás de Aquino
miércoles, 28 de enero de 2009
En el acto académico se ha celebrado la investidura de dos nuevos doctores, homenaje a profesores y PAS y entregado el premio de rendimiento académico de la Fundación Arizo a dos estudiantes
La Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" han conmemorado la festividad de Santo Tomás de Aquino, patrono de las escuelas católicas, de los universitarios y de la educación, coincidiendo con su festividad litúrgica, el 28 de enero
Tras la Eucaristía, celebrada en la capilla del campus de Valencia-Santa Úrsula y presidida por el vicerrector y sacerdote José Luis Sánchez; el religioso dominico José Martínez Puche OP, ha pronunciado la lección magistral "Santo Tomás un hombre bueno, inteligente, verdaderamente grande", que ha tenido lugar durante el acto académico celebrado en el Aula Maior Card. García-Gasco.
Seguidamente, se han desarrollado la ceremonia de investidura de los dos nuevos doctores que han defendido sus tesis en la Universidad Católica en el último año: Alejandro López Oliva, en la Facultad de Estudios de la Empresa, y Diego Navarro Mateu, en la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud.
A continuación, han sido distinguidos el profesor Lluís Marco y los miembros de los servicios generales Sara Capuz y José Poveda por "sus más de quince años sirviendo y ayudando a construir la comunidad universitaria". De igual forma, Balbino Ángel Poveda, Salvador Donderis, Lucrecia de la Viña, Pilar Zaera, Carmen Centelles, Juan Montesinos, Bernardo Beny, Charo Barrientos y José García, recientemente, jubilidos se les ha agradecido su "esfuerzo y servicio" a esta institución.
Durante el acto también ha tenido lugar la entrega de los dos premios al rendimiento académico durante el curso 2007-08 que concede la Fundación Juan Arizo y que ha recaído en María Isabel Cerezo, de Ciencias del Mar, y Sandra Navarro, de Administración y Dirección de Empresas.
Durante su discurso, El Vice-gran Canciller José Tomás Raga ha puesto como ejemplo universitario la vida de Santo Tomás de Aquino que "es el que pone los hitos que delimitan el camino en la Universidad". "Él enseñaba, investigaba, publicaba y, además, oraba, siempre con obediencia al Papa", ha añadido.
Raga ha subrayado que Tomás de Aquino tenía como premisa "servir a la verdad y amor al saber". Del patrón de los universitarios también ha expresado que "fue un sabio santo y que descubrió nuevos ámbitos del saber".
Igualmente, el Vice-Gran Canciller ha reconocido que los compañeros en la Universidad "nos hacen más personas" y ha animado a los nuevos doctores a los que se les reconoce su suficiencia investigadora a "comprometerse" en la vida universitaria, que den un "sí a la llamada de la Universidad". Asimismo, ha aconsejado a los profesores "no caer en la vanidad" y que "el que se dedica a la Universidad no puede hacerlo a medias".
Por su parte, José Alfredo Peris, rector de la Universidad Católica de Valencia ha realizado un rápido recorrido por la historia de la Universidad Católica de Valencia y su gestación, en la que ha recordado a todos aquellos que han colaborado en su creación, desde cuando eran centros adscritos a la actualidad.
De igual forma, el Rector ha señalado varias "virtudes" que se observan en la Universidad Católica como la laboriosidad, que se concreta en la "colaboración Fe-Ciencia" y en una "buena gestión". Así, ha señalado que "nuestros estudiantes y profesores realizan esfuerzos para el futuro que revertirán en una mejor sociedad" y que "nuestra ciencia no pierda de vista la humanidad".
También ha señalado que la Universidad Católica "está llamada a expresarse en unas virtudes humanas y cristianas" como son la laboriosidad, creatividad, entusiasmo, solidaridad, apertura, misericordia, magnanimidad, agilidad, trascendencia y humildad.
José Antonio Martínez Puche se ha referido durante su lección magistral a la biografía documentada de Santo Tomás, escrita por "uno de los mejores conocedores del santo dominico, el padre Raimondo Spiazzi".
"Tomás fue un hombre bueno, creado para servir y amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo, en el que veía a Cristo", ha destacado el padre Martínez. Santo Tomás fue también un hombre inteligente; la cantidad de los escritos que legó a la humanidad es asombrosa en la vida de un hombre que murió sin cumplir los cincuenta años. "La obra de Santo Tomás arroja estas cifras: 70 obras, con más de 8 millones de palabras, más de 500 cuestiones disputadas y más de 10.000 artículos sólo en la Suma de Teología", ha concretado.
Finalmente, al dominico Pérez Puche ha destacado la grandeza de Santo Tomás, que "tiene esos dos polos: la sabiduría y la santidad, en las que destaca entre sabios y santos". "Son estas las razones por las que el 4 de agosto de 1880, León XIII lo declaró Patrón de todas las escuelas y estudios católicos en todos sus grados", ha añadido.
A continuación incluimos la tercera parte del discurso del Rector, José Alfredo Peris, en el Acto de Santo Tomás.
El acto académico de celebración de santo Tomás de Aquino supone una nueva oportunidad para que reflexionemos y renovemos las convicciones que nos unen como comunidad universitaria.
En el mes de mayo pasado el Gran Canciller y fundador renovó la confianza de quien os habla y de todo el Consejo de Gobierno para seguir sirviendo a la consolidación de la Universidad.
Hoy, cuando nuestro Gran Canciller ha entrado en la senda de pasar, según sus propias palabras, de una vida más activa a una vida más contemplativa, resulta oportuno compartir en voz alta algunas de esas convicciones, asumiendo que será mi perspectiva personal la que las exprese de este modo.
En primer lugar, la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" nace del corazón de la Iglesia diocesana unida plenamente a la Iglesia universal, y de un modo más claro, al Santo Padre.
Sí. Antes de nacer como tal, según se recoge en el Decreto de constitución de la misma, la Iglesia diocesana había ido generando centros universitarios adscritos, desde cuya mejora y optimización pudo crearse la Universidad Católica.
Este dato de nacimiento marca la identidad claramente diocesana de la Universidad, al mismo tiempo que libera de cualquier preocupación por el impacto que esto pudiera tener en la economía diocesana.
Cada centro adscrito era regido por un Patronato que velaba por su viabilidad económica, y el paso de creación de la Universidad fue asumido responsablemente por cada uno de ellos.
Cómo no tener ahora unas palabras de gratitud hacia los Patronatos de la Fundación Agrupación Edetania, de la Escuela Universitaria de Enfermería Nuestra Señor de los Desamparados y de la Facultad de Estudios de la Empresa, cuya entusiasta recepción de la voluntad del Arzobispo, de don Agustín fue acompañada de una puesta a disposición de cuantos activos componían el haber de los tres patronatos.
La misma gratitud se extiende hacia las tres Universidades que acogían estos centros y sus rectores: la Universitat de Valencia-Estudi General, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad Miguel Hernández de Elche, a sus rectores, don Francisco Tomás, don Justo Nieto, don Justo Nieto, don Javier Sanz, don Juan Francisco Juliá y don Jesús Rodríguez Marín.
Este iter de nacimiento permanece abierto a otras entidades diocesanas que quisieran sumarse al proyecto, desde el máximo respeto a su autonomía y responsabilidad. Los convenios de colaboración suscritos con el Instituto Juan Pablo II, con el Instituto de Estudios Canónicos marcan pasos de mutua ayuda fraterna. La acogida temporal de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer en las aulas de nuestra Universidad es un motivo de alegría y la presencia de sus insignes profesores y de sus inquietos estudiantes anima nuestro campus de San Carlos.
Nacimos de centros diocesanos, pero con un claro impulso de vocación con la Iglesia Universal y con sus Sumos Pontífices, con Juan Pablo II y con Benedicto XVI.
La Iglesia diocesana aceptó dos encargos de confianza de la Santa Sede: la erección de una sección del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia y la organización del V Encuentro Mundial de las Familias.
Muchos profesores de la Universidad hemos estado vinculados con el Juan Pablo II. La propia comunidad universitaria se implicó intensamente en la preparación del V Encuentro, especialmente la novedosa sección lúdica de la Feria de las Familias y en la organización del Congreso Teológico y de la novedosa sección del Congreso de los jóvenes.
Seguir las indicaciones de don Agustín en estos cometidos era realizar un servicio del que salíamos más beneficiados. Nos ayudaba a mar más a la Iglesia amando más al Sucesor de Pedro y los Obispos en comunión con él. Nos ayudaba a amar desde dentro y sin complejos la cultura del matrimonio, de la familia y de la vida.
A esto cabe añadir los seminarios de fe y cultura organizados para que el profesorado pudiera sumir gozosamente una identidad católica más responsable y una identidad universitaria más creativa
Contamos, entre otros, con la ayuda del Canciller de las Academias Pontificias, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, quien hace pocas semanas y en esta misma Aula Maior Card. García Gasco no dudó en afirmar que esta universidad había nacido muy cercana al impulso que el Papa Juan Pablo II quiso dar a las Universidades católicas con la publicación de la Encíclica Fides et Ratio, cuyo décimo aniversario estamos celebrando.
Animado por nuestro Vice Gran Canciller, el Dr. D. José Tomás Raga, creamos un Instituto de Derechos Humanos que la Santa Sede nos permitió designar con el nombre de nuestro amado Papa Benedicto XVI.
En mayo pasado, pudimos celebrar un primer Congreso sobre Educación Católica con la presencia y el aliento del Cardenal Zenón Grocholewski, Perfecto de la Congregación para la Educación Católica.
Vida diocesana, abierta a la Iglesia universal; vida valenciana, abierta a la vida española y a la universalidad, perdón por los dos pleonasmos, de la Iglesia Católica en el mundo y de la Universidad. Dones de lo alto que se resumen en la figura de nuestro patrón, San Vicente Mártir, cuya sangre derramada en Valencia, robusteció a la incipiente comunidad cristiana valentina, dio carta de naturaleza a la ciudad y animó a la Iglesia universal a la alegría de dar la vida por Cristo.
Com no, també agrair al president de la Generalitat Valenciana, Francesc Camps, la acollida a la Nostra Universitat, així com als seus consellers més directamente vinculats, Esteban González, Justo Nieto, i d´una manera particular a Alejandro Font de Mora, del qui la seua saviesa politica, proximitat i acompanyament ens ha permés creixer com a Universitat superant situacions delicades.
I com no, fer extensiva esta gratitud als Secretaris Autonòmics, l´antic rector de la Universitat del Pais Basc i amic, Emilio Barberá i a la catedràtica de la Universitat Jaume I, Amparo Camarero, així com al Director General d´Universitats, Jesús Marí, quina diligència eixemplar i el seu ampli domini del mon jurídic universitari ens permetrà finalitzar la transformación de la Universitat cap a l'Espai Europeu d´Educació Superior, aixi com als altres Directors Generals que el van precedir, Salvador Fornés, Julio Seoane i José Esteban capilla, i molt singularmente, a Herminio García, per la seua dedicació e impuls que tant ens ha ajudat.
No vull oblidar-me dels que actualmente vetlen per la qualitat i la investigació a la nostra Comunitat, els directors generals Juan Manuel Bádenas i Vicente Bellver, del qui la seua capacitat de direcció ens esta permetent créixer i millorar en el sí d´un sistema valencià d´universitats cada vegada mes solidari i puixant.
También unas palabras de reconocimiento a los diversos equipos directivos del Ministerio con competencia en Universidades, que siempre nos han tratado con consideración y respeto. Esas palabras se hacen más sentidas con respecto al equipo actual, particularmente a la Sra. Ministra, doña Cristina Garmendia, al Sr. Secretario de Estado, el antiguo rector de la Universidad de Barcelona y amigo, don Marius Rubiralta, al Sr. Secretario del Consejo de Universidades, don Félix García Lausin, al Sr. Director General de Universidades, el antiguo rector de la Universidad de Zaragoza y amigo don Felipe Petriz, y a la Directora de la ANECA, doña Gemma Rauret.
Queremos ser una comunidad con una identidad eclesial propia, que no se reduce a su ideario sino que se vive día tras día como comunidad fundada en la Eucaristía. Cada vez que nuestro Arzobispo o sus Obispos auxiliares y sacerdotes celebran la Eucaristía en la Universidad nos recuerdan eficazmente que somos los incorporados a Cristo que queremos dar gloria al Padre en el Espíritu por medio de nuestra tarea intelectual en el mundo universitario.
Esa identidad nos lleva a poner a Cristo en el centro de nuestra vida comunitaria y a mostrar que la catolicidad se vive desde esa fidelidad a Cristo en su Iglesia que impregna todas nuestras realidades y toda nuestra esperanza de hacer las cosas mejor cada día.
Toda Eucaristía comienza con la confesión pública de nuestra condición de pecadores abiertos a su misericordia. Lejos de nosotros el afán de sentirnos mejores que nadie o de dar lecciones con ínfulas a los demás. No. Como nos recuerda nuestra devoción a la Virgen Inmaculada, la humillación de la esclava es el talón que pisa la cabeza de la serpiente, la hidra de la soberbia que tan taimadamente acecha a cuantos practicamos lo dones de la inteligencia, los dones del Espíritu.
La Eucaristía y la Inmaculada nos llevan a reconocer que buscamos ser unos leales colaboradores de San José, el custodio que preservó los Corazones de Jesús y de María, y que nos anima a preservar el legado de las personas que se nos encomiendan, especialmente de nuestros alumnos, en los que vemos la imagen del propio Cristo en su dignidad de personas y la acción de la gracia santificante que en muchos de ellos avanza para conformar nuevos rostros del Hijo amado en los hijos adoptados.
Ese núcleo de identidad lo encomendamos a nuestro santo patrón San Vicente y al patrón universal Santo Tomás. Como dice la antigua Didaché, queremos descansar en los santos para que ellos custodien nuestro mejor deseo de ser fieles a Cristo.
Esta caracterización íntima de la Universidad Católica está llamada a expresarse en unas virtudes humanas y cristianas que veo presentes en muchos de vosotros, compañeros de claustro, y especialmente en quienes comparten conmigo las tareas en el Consejo de Gobierno. Permitidme sintetizarlas en unas cuantas, que no agotan en absoluto toda su expresión:
a) LABORIOSIDAD: Una buena colaboración entre fe y ciencia requiere poner a trabajar nuestra fe, y refinar nuestra epistemología desde una cosmología y una antropología adecuadas.
b) CREATIVIDAD: La ausencia de una financiación pública nos ha impulsado a generar recursos a base de inteligencia, buena gestión y búsqueda de nuevos espacios científicos y académicos.
c) ENTUSIASMO: El motor de la laboriosidad y la creatividad es reconocer diariamente el privilegio que supone trabajar en una Universidad Católica, y de modo especial, en el privilegio de irla creando.
d) SOLIDARIDAD: En nuestra comunidad universitaria nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios. Profesores, estudiantes y profesionales de la administración y servicios somos sectores de una única comunidad universitaria, viva, en continua necesidad de sumar esfuerzos y calor humano.
e) APERTURA: Siempre hemos de estar dispuestos a esperar del otro lo mejor, especialmente de nuestros estudiantes. Tenemos que estar convencidos de que por nuestras aulas pasan los profesores y los alumnos cuyos esfuerzos harán mejor el mañana, haciendo nuestra sociedad más humana y más de Dios.
f) MISERICORDIA: Siempre hemos de tener en nuestro horizonte las personas más necesitadas de ayuda, los pobres, las personas con dificultades de integración, los que no tienen voz. Ellos hacen que nuestra ciencia no pierda humanidad y que nuestra humanidad le pida a la ciencia mejorar para el bien humano, para luchar por la vida y la dignidad de los que menos cuentan desde miradas materialistas.
g) MAGNANIMIDAD: Toda Universidad es una escuela de grandeza de alma, y la nuestra quiere serlo reiteradamente, huyendo de los empequeñecimientos pragmáticos, narcisistas o egoístas de nuestra misión.
h) AGILIDAD: La caridad urge a servir con eficiencia. Nuestros servicios, especialmente de Secretaría, Comunicación, Administración y Nuevos Alumnos, no dejan de crecer en esa capacidad de amabilidad que es hacer las cosas sin falsas demoras.
i) TRASCENDENCIA: Nuestra vida no es nuestra, es de Dios y con ella queremos darle gloria; nuestra Universidad tampoco es nuestra; es un servicio a la Iglesia, a la sociedad, a los alumnos y a sus familias. Salir continuamente de nosotros mismos es la mejor garantía de que corra siempre el viento fresco del Espíritu que nos renueva.
j) HUMILDAD: Y todo esto lo hacemos, cacharos de barro, para que se vea que la fuerza es de Dios y no nuestra. Mi situación es particularmente privilegiada para testimoniar sin un atisbo de falsa modestia la certeza de esta afirmación.
Todas estas virtudes están presentes en los santos, y de modo singular en Santo Tomás de Aquino. Que su ayuda e intercesión y la protección de la Virgen Inmaculada, de San José y de San Vicente Mártir, nos permita vivirlas cada día con creciente alegría e ilusión.
Muchas gracias.