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El hematólogo Ciril Rozman advierte de la necesidad de ejercer "una medicina integral" para tratar al enfermo
viernes, 8 de abril de 2011 Durante su investidura como "Doctor Honoris Causa" en la Universidad Católica de Valencia, presidida por el Arzobispo

El hematólogo esloveno Ciril Rozman ha advertido hoy, durante el acto de investidura como "Doctor Honoris Causa" por la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", de la necesidad de "ejercer una medicina integral" para que el médico "no trate sólo enfermedades sino enfermos". Ciril Rozman, que ha asegurado durante la lectura de su ‘lectio’ que la "práctica médica actual suele caracterizarse por una gran fragmentación", ha destacado "no sólo la necesidad de considerar en su conjunto las diversas afecciones biológicas del paciente sino también sus vertientes psicológicas y sociales", porque "el médico no debe tratar enfermedades sino enfermos". En el acto de investidura, que ha sido presidido por el Arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, en el Aula Maior del Campus de Valencia-Santa Úrsula, el hematólogo ha apuntado que el médico en el ejercicio de su profesión debe unir sus "habilidades clínicas" con una "exquisita bondad humana", porque "la plena competencia clínica la alcanza el buen médico y el médico bueno". Para Rozman "es imprescindible", por tanto, que un médico "aprenda a tener en cuenta la consideración integral del paciente" y que "esté en posesión de una calidad ética que convierta sus actuaciones técnicamente correctas en moralmente buenas". El catedrático ha analizado en su discurso cómo considera que debe caracterizarse "el médico ideal" y ha asegurado que debe "establecer una relación idónea con los pacientes y sus familiares", "ejercer la medicina integral" y que se centre en los "pacientes, no en las enfermedades". Asimismo, Rozman se ha referido a "un médico capaz de ejercer su profesión en circunstancias de ambigüedad e incertidumbre", "comunicativo y empático", "responsable individual y socialmente, consciente de los límites de la medicina y capaz de comunicar a sus pacientes lo inevitable de la enfermedad y de la muerte". Igualmente, en su intervención ha hecho alusión al juramento hipocrático, "que sirve para orientar éticamente el ejercicio de su profesión" así como al hecho de que "la idónea actitud profesional del médico se forja durante su proceso educativo". En su discurso también ha aludido al paciente, que si bien "necesita sentirse acogido y percibir que para el profesional sus problemas son la máxima prioridad", también ha de "participar en el proceso de regeneración moral que sería deseable para todos". Para finalizar su lección, el profesor Rozman ha recordado que un médico "honesto y digno de confianza" ha de estar "comprometido también con las organizaciones sanitarias", "no ha de renunciar al descanso y a una vida familiar digna" y ha de "asumir su profesión con sentido vocacional que impregne todas las facetas de su vida".

MONS. OSORO PROPONE A JESUCRISTO COMO "LA ÚNICA MANERA DE ENTENDER AL SER HUMANO" Por su parte, el Arzobispo de Valencia ha afirmado durante la Misa que se ha celebrado previa al acto académico que "en esta Universidad se busca la verdad y nosotros tenemos una identidad en la búsqueda de la verdad". Asimismo, ha subrayado que "el que es veraz, que es Dios mismo, es quien está haciendo posible esta obra extraordinaria que es abrir una Universidad". Monseñor Osoro se ha referido a Jesucristo como "la única manera de entender al ser humano". Así, "en este día en que el doctor Ciril Rozman es investido Doctor Honoris Causa por la Facultad de Medicina, que en el fondo es atender al hombre, tenemos la descripción absoluta y total que Jesucristo nos da en su propia vida de lo que es el ser humano". Ya durante su intervención en el acto académico, Mons Osoro ha dado las gracias al profesor Rozman por los "principios inherentes al médico" que ha enumerado el nuevo Doctor Honoris Causa y que "nos han ayudado a todos nosotros a descubrir que detrás de todos ellos hay un mirar siempre al otro, un detenerse en el otro; anteponer el bien personal y bien propio y poner siempre el interés en el bien de los demás; establecer una idónea siempre con los demás, aquellos a los que queremos curar y con los que componen el entorno familiar también de aquellos que nos puedan que les atendamos y ejercer esta profesión desde lo que es el ser humano, desde una forma de entender al ser humano integralmente".

JOSÉ ALFREDO PERIS: "EN NUESTRO NUEVO DOCTOR HONORIS CAUSA RESULTA FÁCIL RECONOCER LAS VIRTUDES HUMANAS, ACADÉMICAS Y CIENTÍFICAS QUE SE ENCUENTRAN EN PLENITUD EN CRISTO" Igualmente, el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Alfredo Peris, ha destacado lo "valioso" que es "proponer un modelo" como el doctor Rozman "para todos nuestros conciudadanos, especialmente para los más jóvenes y para todos aquellos que se interrogan por la verdadera esperanza". Así, "la trayectoria personal, familiar y universitaria del nuevo doctor honoris causa prueba a las claras cuánto contribuye una vocación universitaria al bien común", ha añadido. Asimismo, el Rector ha subrayado en la ‘gratulatoria’ que "el modelo de toda universidad católica tanto para sus alumnos como para sus profesores se encuentra en la persona de Cristo, que es el mismo impulso amoroso de Dios, por quien han sido creadas todas las cosas, que precede todo lo bueno, verdadero, noble y bello que hay en el ser humano". En este sentido ha afirmado que "en nuestro nuevo doctor honoris causa resulta fácil reconocer las virtudes humanas, académicas y científicas que se encuentran en plenitud en Cristo, que son la gloria de todo verdadero universitario y que celebramos con alegría que han sido cultivadas con toda justicia, inteligencia y libertad por el Dr. Rozman".

EL DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSIDAD SUBRAYA QUE ESTA INVESTIDURA "ES, SIN DUDA ALGUNA, UN ACONTECIMIENTO DE SUMO INTERÉS CIENTÍFICO Y ACADÉMICO" De igual forma, el Director General de Universidad y Estudios Superiores, Jesús Marí, que también ha participado en el acto ha destacado del Dr. Rozman que se trata de "uno de los más grandes expertos mundiales en el campo de la hematología y, más concretamente, en leucemia linfoide crónica". Marí ha indicado que la labor de Rozman, Premio Rey Jaime I, "no solo es destacada en el plano de la práctica y el estudio de la medicina, disciplina en la que se ha convertido en un referente internacional, sino que ha desarrollado una labor pedagógica esencial". Por ello, ha añadido, su investidura como honoris causa "es, sin duda alguna, un acontecimiento de sumo interés científico y académico". El acto de investidura ha dado inicio con la lectura de la "laudatio", a cargo del Director del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, Justo Aznar, quien ha presentado a Rozman, como "un ejemplo difícil de superar, para profesores y alumnos, de universitario ejemplar". Respecto al hecho de que se le conceda la "máxima distinción invistiéndole como Doctor Honoris Causa, el primero para la Facultad de Medicina, constituye reconocer a un maestro que se ha dedicado tanto a sus pacientes como a la investigación" lo que supone haber ayudado "no solamente a sus propios pacientes sino al conjunto de la medicina española", ha afirmado. En el acto de investidura han participado además de miembros del Patronato y del Consejo de Gobierno de la Universidad Católica de Valencia, profesores del claustro docente y estudiantes, en especial, de la Facultad de Medicina; así como autoridades académicas de universidades valencianas y directores y responsables de hospitales y centros de salud valencianos.

CIRIL ROZMAN, NUEVO DOCTOR HONORIS CAUSA El doctor Ciril Rozman, nacido en Ljubljana (Eslovenia) en 1929, ha sido catedrático de Patología médica en las universidades de Salamanca (1967) y Barcelona (1969), y es especialista en enfermedades de la sangre. Su trabajo se ha centrado, principalmente, en el estudio de la esplenograma, las colagenosis, las púrpuras, la enfermedad de Hodgkin y la ultraestructura celular en hematología, según las mismas fuentes. En 1995, el hematólogo recibió el premio Rey Jaime I en medicina clínica y en 1988 la Creu de Sant Jordi. En 2004 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca. Ciril Rozman realizó su formación bajo la dirección de dos "grandes maestros" como son los profesores Pedro Pons y P. Farreras Valentí. En este sentido, Rozman es continuador de la labor pedagógica que inició el doctor Farreras en 1929 con su tratado de medicina interna, "que sigue siendo un libro fundamental para estudiantes y licenciados", han añadido las mismas fuentes. La Segunda Guerra Mundial "le obligó a permanecer en campos de refugiados en Austria e Italia, de los que salió para estudiar Medicina en Barcelona", según las mismas fuentes. En 1967 obtuvo la Cátedra de Patología y Clínica Médicas de la Universidad de Salamanca y, en 1969, la de Barcelona. Es miembro numerario de la Real Academia de Medicina de Cataluña y miembro de honor de las Reales Academias de Medicina de las Islas Baleares y de Murcia, así como de la Real Academia Nacional de Medicina. De esta manera, el médico Rozman es el tercer Doctor Honoris Causa de la Universidad Católica de Valencia ya que el pasado año la distinción recayó, por primera vez, en el prefecto de la congregación de la Santa Sede para la Educación Católica, el cardenal polaco Zenon Grocholewsky, y el pasado 9 de diciembre fue investido también Doctor Honoris Causa el cardenal valenciano Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.