Tiempo de conversión y de oración incesante por la paz
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Santoral: Santa Emma
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Universidad Católica de Valencia

Miércoles de Ceniza

Tiempo de conversión y de oración incesante por la paz

Tiempo de conversión y de oración incesante por la paz

Desde el inicio de curso, la Pastoral Universitaria ha experimentado un crecimiento tanto a nivel de actividad como en número de participantes. Esta realidad pretende sumergirse en la comunidad universitaria para ofrecer, a todos aquellos que estén interesados, espacios de encuentro, comunión, solidaridad, formación, oración y apoyo espiritual. Además, en la Cuaresma que se abre hoy, intensifica sus acciones poniendo a disposición (no sólo de la Universidad Católica de Valencia, sino de todas las universidades valencianas) la posibilidad de participar de la liturgia de la Iglesia y los espacios necesarios para la preparación para la Pascua.

De esta forma, los Campus de Valencia, Edetania, Torrent, La Ribera y La Costera han celebrado el Miércoles de Ceniza en los horarios habituales de la misa en cada sede. Una festividad en la que el capellán mayor de la UCV, Vicente Ferrer, ha invitado a la comunidad universitaria a vivir un tiempo litúrgico que implica “ser, crecer y amar. La Cuaresma es ese recorrido hacia la Pascua, donde Cristo resucita gloriosamente, y pide convertirse, esto es, cambiar de rumbo y escuchar a Dios”.

“Todos somos responsables y a todos nos incumbe la paz y la concordia”

Asimismo, la UCV se suma a las jornadas de oración por la paz convocadas por el cardenal arzobispo y gran canciller, Antonio Cañizares, según la intención del papa Francisco, por razón de la guerra entre Rusia y Ucrania, tanto a nivel diocesano como en sus propias sedes.

Así, acoge la petición de la Iglesia en estas horas negras, “de nuestra solicitud amorosa y responsable, nuestra solidaridad con las familias de Ucrania y de Rusia. La conversión y el seguimiento de Jesús, dejándolo todo, reclama que trabajemos por la paz posible, y porque tal vez no saben lo que hacen, que oremos sin cesar y con todo el corazón pidiendo fuerza espiritual para acabar con la guerra, para que la paz se implante y se destierre de manera definitiva el odio fratricida en aquella región, situada en el corazón de la vieja y cristiana Europa. Todos debemos orar. Todos somos responsables y a todos nos incumbe la paz y la concordia”, ha recordado el cardenal Cañizares.