“En la UCV aprendí que uno es feliz cuando tiene cosas que dar”

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“En la UCV aprendí que uno es feliz cuando tiene cosas que dar”

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“En la UCV aprendí que uno es feliz cuando tiene cosas que dar”

Jacobo Salvador Micó Faus y Elisa Moya González son graduados de la primera promoción en Criminología (2015-2019) de la UCV.

¿Cuándo nace en vosotros la pasión por la criminología?

Elisa: Tanto a Jacobo como a mí, nos pasó algo muy parecido, ambos empezamos cursando derecho, en mi caso lo había iniciado en la universidad pública. Después descubrimos que el derecho no se ajustaba a nuestras inquietudes y que criminología podía acercarse más, y nos lanzamos a ello.

¿Qué hizo que decidierais cursar los estudios de criminología en la UCV?

Jacobo: En mi caso derecho lo estaba cursando en la UCV, y al gustarme la universidad, decidí continuar en ella, y no me equivoqué. Por ejemplo, durante mis estudios solicite la beca Erasmus Mundus para una estancia de un año en Chile y fue posible gracias al esfuerzo de profesores como Silvia Sempere o Enrique Badimon. Porque en Chile no se estudia Criminología, allí cursan Criminalística, que es solo una pequeña parte de lo que estudiamos aquí. Así que lo organizaron para que estudiara allí no solo en Criminalística, sino que pasé por distintas facultades, las de Psicología, Historia y Derecho, y adecuaron así lo que iba a cursar allí a nuestro curriculum académico. Desde la UCV podrían haberme dicho simplemente que en Chile no había criminología, pero se implicaron al 100% para que pudiera vivir esa experiencia.

Sabemos que fuisteis de la primera promoción del Grado de Criminología. ¿Qué recuerdos tenéis de esos años de estudio?

Jacobo: Lo de ser la primera promoción fue muy curioso. Todo era nuevo, tanto para el profesorado como para nosotros, y esa situación fomentó el desarrollo de una actitud que marcaría el trascurso de nuestros estudios, la empatía. Disfrutamos muchísimo, organizaron un montón de jornadas, salidas y conferencias de aula.

Elisa: Es cierto, además, nos hicieron sentir parte importante en el desarrollo del grado. Fue muy especial ver cómo luego se iban incorporando las nuevas promociones y se nos tenía en cuenta para favorecer la acogida. Éramos el referente para los nuevos alumnos. Al ser la primera promoción éramos un grupo pequeño e hicimos piña, incluido con los profesores. Por ejemplo, Silvia Sempere que era nuestra tutora y coordinadora, se convirtió en una figura muy importante para todos nosotros, alguien a quien emular cuando pensábamos en el tipo de profesional que queríamos llegar a ser.

Jacobo, has publicado varios artículos para el Ministerio de Defensa y para varias revistas y periódicos sobre temas relacionados con el terrorismo internacional. ¿Qué te llevó a interesarte por este tema?

Jacobo: Sinceramente no recuerdo un hecho concreto. En la UCV aprendí que uno es feliz cuando tiene cosas que dar; esto unido a que soy muy curioso, y tras hablarnos durante la carrera en más de una ocasión sobre este tema, decidí que quería saber más en este sentido.  Y a eso me dedico ahora, al análisis y prevención del terrorismo y a formar a Cuerpos y Fuerzas de seguridad.

Elisa, nos han dicho que tienes una beca en el IVASPE ¿Podrías decirnos en qué consiste?

Elisa: Es una beca del Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias. Acabé el grado y solicité esta beca porque es una de las pocas que salen para criminólogos. Y lo que hacemos es formar a policías locales y personal de protección civil, bomberos y personal de emergencias. También realizamos investigaciones a nivel nacional para ver que se hace en otros institutos de toda España.

El perfil profesional que piden para estas becas es de Derecho, Psicología, Criminología y Sociología.

Además, Elisa, has combinado la beca con el Máster Universitario en Victimología y Justicia Penal de la UCV. ¿Te ha resultado difícil compaginar el trabajo con el estudio de un posgrado?

Elisa: Fue más fácil porque el máster es semipresencial, solo acudía a la universidad los viernes durante todo el día, el resto era trabajo autónomo. Además, al disfrutar de una beca de formación y necesitar ese día justo para eso, no me ponían ningún problema, y me permitían poder compensar después esas horas. En este sentido también la universidad me dio muchas facilidades, si algún viernes no podía asistir por el trabajo, al llegar a casa podía ver la sesión por Teams.

Jacobo, somos muchas las personas que al pensar en la salida profesional de un criminólogo lo único que nos viene a la cabeza es la posibilidad de opositar para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ¿es realmente la única opción en estos momentos?

Jacobo: No, quizás desde un punto de vista más practico es la más segura. Pero ni mucho menos es la única opción. La criminología tiene un montón de salidas, por ejemplo, hay empresas como en la que yo estoy trabajando ahora, Sec2Crime, en la que la mayoría somos criminólogos. Luego cada uno está especializado en un área; delincuencia económica, analistas de inteligencia, defensa, análisis del terrorismo, y seguro que me estoy dejando otras. Realmente en estos momentos todos estos perfiles profesionales son muy demandados”.

Elisa: También somos requeridos como peritos criminales o podemos ejercer de detectives privados. Además, se nos está abriendo el camino para la intervención con víctimas, o en centros de menores, asociaciones, centros penitenciarios o como asesores de empresas. En este ultimo caso, por ejemplo, en despachos de abogados.

Por lo que acabáis de contar, está claro que la percepción que se tiene en la calle sobre vuestra profesión está muy alejada de la realidad, porque uno piensa en criminólogo y lo primero que le viene a la cabeza es “CSI”. ¿Cuál pensáis que podría ser una solución para visibilizaros y poner de manifiesto la necesidad de un criminólogo en otros ámbitos?

Elisa: Creo que lo más importante es que se conozcan las funciones que realiza un criminólogo. Sé de compañeros de profesión que han ido a colaborar en ayuntamientos en la elaboración de planes de prevención y el personal de allí asignado, se ha sorprendido con la gran variedad de áreas que nuestra formación nos permite abordar.

Jacobo: En mi opinión es cosa de tiempo, porque la criminología comparada con otras ciencias, es muy nueva. Y tenemos que ser los propios criminólogos los que la visibilicemos, en ocasiones con actos tan sencillos como al responder a la pregunta a que te dedicas, decir soy criminólogo y me dedico a…

¿Qué le diríais o recomendaríais a los estudiantes que están pensando estudiar el Grado en Criminología de la UCV?.

Jacobo: Si se les ha despertado la inquietud de ser criminólogo, es porque en su cabeza ya tienen algo que les está diciendo que ese puede ser su futuro. Les diría que no se lo piensen más porque no se van a arrepentir. Ni en lo personal, porque les va a enriquecer como personas y servir para conocerse mejor, ni en lo profesional, porque ahora mismo tiene muchas salidas profesionales.

Elisa: Les diría que es una carrera que complementa a las personas en todas sus dimensiones.

Para terminar, ¿cómo os gustaría veros dentro de 10 años?

Jacobo: A mí me gustaría verme, por un lado, como un emprendedor dentro del ámbito de la criminología, por otro, doctorado y ejerciendo en Criminología en la UCV y contribuir con ello a despertar la pasión que siento por la Criminología en otras personas. Y siempre sin dejar de formarme.

Elisa: Espero haberme podido doctorar en Criminología vinculado a la Victimología. Me veo compaginando mi tiempo entre la enseñanza y el trabajo en el tercer sector, en alguna asociación de ayuda a las víctimas. En este sentido, siento que poder ayudar a las personas es el fin que guía todos mis pasos.

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