El Gran Canciller de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Antonio Cañizares, ha animado a la comunidad universitaria a “evangelizar en este gran campus que es el mundo entero, a compadecerse de tantas personas que caminan sin sentido, heridos y dañados. Al final de curso sentimos ese dolor de los hombres y nos sentimos llamados a anunciar el amor que estamos palpando permanentemente, porque el mundo está necesitado de Dios”.

El Cardenal Arzobispo de Valencia ha presidido la misa celebrada con motivo de la clausura de curso, en la que ha recordado que “Dios es todopoderoso, pero necesita de nosotros para que comuniquemos que es verdad. Sintámonos enviados a anunciar el Reino de Dios, que es Dios mismo”.

Igualmente, el Gran Canciller ha deseado a todos “unas buenas y merecidas vacaciones en las que se tomen fuerzas para seguir evangelizando a la vuelta. Haced posible este mundo nuevo que se ha venido a realizar . Que Dios nos conceda a esta universidad ser un lugar donde escuchamos su llamada para ser enviados a los hombres como evangelizadores, testigos del Reino de Dios”.

En la eucaristía, celebrada en la capilla de la sede de Santa Úrsula, han participado los miembros del Consejo de Gobierno, profesores y capellanes y sacerdotes vinculados a UCV.

Tras la misma ha tenido lugar un encuentro en el patio de los olivos donde el rector de la UCV, José Manuel Pagán, ha animado a seguir trabajando en estas últimas semanas del curso así como ha aprovechado para trasladar a toda la comunidad universitaria su agradecimiento, especialmente al cardenal Cañizares, pues en estos días se cumple el año de su toma de posesión. “Ha sido un año muy intenso en una realidad que en ocasiones me ha desbordado y me desborda, pero siento que no he estado solo en ningún momento”, ha señalado.